Jaime Rodríguez Calderón, conocido mejor como “El Bronco”, inició las primeras horas de su gobierno con el mismo discurso de campaña: prometió ir por Rodrigo Medina, el ex Gobernador de Nuevo León; revisar las cuentas de todas las dependencias estatales e investigar la deuda pública, que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ubica en más de 60 mil millones de pesos pero otros recuentos extraoficiales la colocan en 90 mil millones debido a que no se contabilizaron los adeudos con proveedores y contratistas.
El primer acto de Gobierno de “El Bronco” como Gobernador fue enviar el escritorio y la silla de Medina a un museo porque “enferman de poder y egolatría”. “El Bronco” puso un letrero a la silla para que se la llevaran. “Esta silla enferma de poder. Por eso la vamos a enviar a un museo. Y también el escritorio, porque el escritorio separa, divide, y nosotros vamos a ser un gobierno que trabaje con la gente”, dijo.
Con esta acción, Rodríguez Calderón cumplió una de las promesas de su campaña: dejar de usar la silla de Gobernador.
En su lugar colocó una silla como las que se utilizan en cualquier oficina y posteriormente tomó protesta a su equipo.
Ayer por la noche, Jaime Rodríguez, «El Bronco», rindió protesta como gobernador constitucional de Nuevo León en medio de aplausos.
Tras la ceremonia protocolaria de cambio de poderes, pronunció su primer discurso oficial, en el que aseguró que «se acabó la fiesta de los bandidos».
Confirmó una auditoría exhaustiva en todas las dependencias y anunció que, antes de pagar cualquier deuda, revisará de forma detallada las cuentas para determinar su legalidad.
Rodríguez adelantó que su gabinete estará conformado por personas sin militancia política para evitar que los intereses electorales afecten su administración.
Acompañado por su esposa, hijos y mamá, aseguró que basará su trabajo en cinco ejes fundamentales: desarrollo humano, trabajo cercano con el magisterio, apoyo a la juventud, movilidad y trabajo con los municipios rurales.
Asimismo, El Bronco se dio un plazo de seis meses para construir el plan de gobierno específico que utilizará en los próximos seis años.
En un largo discurso, advirtió que en Nuevo León no se volverá a pagar un centavo a la corrupción e instó a sus coterráneos a «jalar parejo» aun cuando saben que trabajarán cuesta arriba para sacar adelante un estado «hipotecado por la corrupción de muchos que se creyeron reyes y no gobernantes».
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Al finalizar, salió del Congreso local rumbo a la Macroplaza de Monterrey, donde encabezó una verbena popular. Pese a que la toma de protesta estaba programada para las 22:30 horas, los operativos de seguridad se desplazaron desde temprana hora; elementos de Fuerza Civil colocaron vallas de metal para delimitar las áreas que rodean el palacio de gobierno, la Macroplaza, el Congreso y calles aledañas.
Fuente: Milenio/Sin Embargo
3 comentarios
Ojala y sea cieeto.
pues que bueno que el bronco sea un gobernador ejemplar para el pueblo mexicano ebn la historia de mexico y que haga una limpia en el estado de nuevo leon y que sirva para todos los gobernantes como un leccion y el pueblo mexicano quiere gente honrada como dice el coloso de Guelatoa a servir al pueblo
Sin duda hay muchas expectativas por este gobernador que según dice va con todo, difícilmente lograra algo poniendose con a Sanson a las patadas ya que su pelea no será contra el anterior gobernador, será contra todo un sistema que siempre se a protegido sin importar su ideología partidista, esa es la verdad, la clase política comete cualquier clase de delitos a sabiendas que puede ser señalado pero jamas castigado.
El gobierno del «Broco» estará en la mira tanto de la sociedad como de la clase política, el resultado de su mandato puede inclinar en beneficio de las candidaturas independientes a las cuales por cierto, les empiezan a poner candados cada vez mas difíciles, por fuerza necesita el apoyo del Estado para gobernar, ojalá y este le brinde las facilidades y recursos en beneficio de los neoleoneses, pero dudo mucho que el Estado apoye a alguien que trata de culpar a personajes políticos