El estudio de la OMS considera carne procesada «cualquier tipo de carne que ha sido transformada con salazón, curado, fermentación, ahumado u otros procesos para mejorar el sabor y preservar el alimento». Esto incluiría beicon, salchichas, hamburguesas y también embutidos. Aunque la mayoría de ellos son de carne de vaca o cerdo, este grupo también incluye embutidos hechos con sangre, carne picada de ave o vísceras. «Ejemplos de carnes procesadas incluyen salchichas, jamón, salchichas, carne en conserva y cecina o carne seca, así como carne en lata, y las preparaciones y salsas a base de carne», dice el IARC.
Lo que el IARC ha publicado hoy es una nota de prensa describiendo los resultados principales del estudio y un sumario sobre los mismos en la revista médica especializada The Lancet Oncology. Hay muchos detalles sobre el trabajo que sólo se conocerán cuando el IARC publique el estudio monográfico completo, en unos meses. La definición de carne procesada aportada por el IARC en la nota de prensa no distingue entre la calidad de los productos usados, por lo que en el grupo entraría todo el embutido, desde el peor chorizo al jamón de mejor calidad. Lo mismo sucede con las carnes picadas. El catedrático de salud Pública de la Universidad Autónoma de Barcelona Miquel Porta cree «seguro» que las hamburguesas entran en esta categoría, «aunque no es lo mismo una de buena calidad que otra con un alto nivel de procesado industrial».
La OMS considera carne roja la que proviene del músculo de un mamífero, lo que incluye vacuno, cordero, cerdo, caballo y cabra.
El trabajo considera que la carne procesada es «carcinogénica para humanos». Se trata del llamado grupo 1 de sustancias que incluye las más peligrosas para la salud por los criterios de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, en inglés). En este grupo hay 107 sustancias, entre ellas el tabaco, las bebidas alcohólicas o el plutonio. La carne roja es «probablemente carcinogénica para humanos», considera el mismo estudio. Esto quiere decir que, aunque hay evidencias científicas de la asociación entre consumo de carne roja y cáncer, esta no es tan fuerte como para la carne procesada.
En ambos casos, la asociación se da con el cáncer de colon. El estudio también menciona que hay una relación entre cáncer de estómago y el consumo de comidas procesadas. Para la carne roja, también hay estudios que han confirmado una asociación con el cáncer de páncreas y el de próstata.
No. La carne roja contiene nutrientes esenciales. Además, los estudios analizados han comparado la incidencia de cáncer entre personas con un elevado consumo de carne y otras con uno bajo. En todos los casos, el riesgo añadido es bajo. Se trata de una cuestón de dosis, el consumo en exceso de estas carnes puede resultar perjudicial para la salud, pero un consumo moderado puede no tener consecuencias. En concreto, el IARC señala que por cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%.
No. El IARC realiza estudios monográficos sobre diversas sustancias para determinar cómo de directa es su asociación con la incidencia de ciertos cánceres. Estas sustancias quedan agrupadas en diferentes categorías en función del nivel de certeza de que esa sustancia esté directamente relacionada con una mayor incidencia del cáncer. Que la carne procesada y el tabaco estén en el mismo grupo no quiere decir que uno y otro sean igual de malos (el tabaco aumenta mucho más el riesgo de cáncer) sino que en los dos casos la OMS considera probada la relación entre su consumo y el mayor riesgo de cáncer.
Cerca de 34.000 muertes por cáncer al año en todo el mundo son atribuibles a dietas ricas en carne procesada. Si se demostrara que hay una relación causal con la carne roja, a esta se podrían atribuir unas 50.000 muertes por cáncer al año, dice la IARC. Estas cifras contrastan con el cerca del millón de muertes por cáncer al año en todo el mundo atribuibles al tabaco, las 600.000 al alcohol, y más de 200.000 a la contaminación del aire.
El informe del IARC, conocido como monográfico, es un análisis de estudios científicos publicados sobre el tema. Un panel de 22 científicos de 10 países ha analizado más de 800 estudios publicados sobre la asociación entre el consumo de carne roja y procesada y el riesgo de sufrir 12 tipos de cáncer. Gran parte de las evidencias vienen de grandes estudios epidemiológicos en los que se compara la incidencia de cáncer entre personas con alto y bajo consumo de estos productos.
Fuente: El País