El Ministro Arturo Zaldívar –conocido por sus posturas liberales– propone legalizar la marihuana para usos lúdicos.
Es la respuesta a un amparo interpuesto por la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante, A.C. (SMART) a la cual le fue negado el permiso de abrir un club de autoconsumo de cannabis que implicaría siembra, cultivo, cosecha, preparación, acondicionamiento, posesión y transporte de la hierba… no su comercialización.
Zaldívar no hace una apología de la droga, no niega los daños a la salud que el consumo de marihuana provoca, pero advierte que sus efectos no son peores a los ocasionados por el alcohol o el tabaco. Apela a la ciencia para demostrar que el consumo de la hierba no está directamente relacionado con la comisión de delitos y en cambio justifica su postura en defensa de los Derechos Humanos de los consumidores.
La prohibición de la marihuana ha sido desproporcionada. Según la ley, cada consumidor puede portar cinco gramos del enervante –equivalente a dos cigarros– pero en realidad la norma ha derivado en la criminalización de los consumidores quienes suelen ser extorsionados y –en algunos casos– sometidos a proceso penal por narcomenudeo; una contradicción que propicia frecuentes abusos de autoridad.