«¿Por qué gano menos que mis coestrellas masculinos?», es el título de la carta abierta que publicó Jennifer Lawrence en el newsletter feminista de Lena Dunham, actriz y creadora de la serie Girls. En la misiva, la actriz hace referencia a las diferencias salariales entre hombres y mujeres en Hollywood, a poco tiempo de que la actriz se enterara por el hackeo a Sony que ella cobró mucho menos que sus compañeros en Escándalo Americano.
«Cuando ocurrió el hackeo a Sony y descubrí cuánto menos me pagaban que a la suertuda gente con pene, no me enojé con Sony. Me enojé conmigo misma. Fallé como negociadora porque me di por vencida rápido. No quería pelear por millones de dólares que, francamente, debido a dos franquicias, no necesito», arranca la carta de Lawrence.
Y sigue: «Si soy honesta conmigo misma, estaría mintiendo si no dijera que existió la preocupación de querer gustar que influenció mi decisión de cerrar el trato sin una pelea real. No quería que me vieran como ‘complicada’ o ‘malcriada’. En ese momento, sonaba como una buena idea, hasta que vi los cachets en internet y me di cuenta de que cada hombre con el que estaba trabajando definitivamente no se preocupó por ser ‘complicado’ o ‘malcriado'».
Y así continúa la publicación:
«Basándome en las estadísticas, no creo que sea la única mujer con este problema. ¿Estamos socialmente condicionadas para comportarnos de esta manera? ¿Podría todavía haber un hábito de tratar de expresar nuestras opiniones en una manera que no ‘ofenda’ ni ‘asuste’ a los hombres?
Hace unas semanas en el trabajo, di mi opinión en una manera clara y no agresiva. El hombre con el que estaba trabajando (en realidad, él estaba trabajando para mí) dijo, ‘Bueno, estamos todos en el mismo equipo’. Como si yo le estuviera gritando. Me shockeé mucho porque nada de lo que yo dije era personal, ofensivo o, para ser honesta, equivocado. Todo lo que escucho y veo todo el día son hombres dando sus opiniones, yo di la mía de la misma manera y cualquiera piensa que dije algo ofensivo.
Estoy tratando de encontrar una manera ‘adorable’ de dar mi opinión y todavía ser agradable. A la mierda con eso. No creo que haya trabajado alguna vez para un hombre a cargo que pasara tiempo pensando qué ángulo podría usar para que su voz sea oída. Simplemente, es oída. Jeremy Renner, Christian Bale, y Bradley Cooper (sus compañeros) todos pelearon y fueron exitosos en negociar buenos tratos para ellos mismos. En todo caso, estoy segura de que fueron elogiados por haber sido duros y tácticos, mientras yo estaba preocupada por parecer una malcriada y no lograr mi parte justa.
Otra vez, esto puede no tener NADA que ver con mi vagina, pero no estaba completamente errada cuando otro mail filtrado de Sony reveló que un productor se refería a una actriz protagónica en una negociación como una ‘mocosa malcriada’. Por alguna razón, no puedo imaginarme a alguien diciendo lo mismo sobre un hombre”.
Fuente: La Voz