En las movilizaciones participan maestros, alumnos y normalistas.
Estudiantes de preparatorias populares, egresados normalistas y maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), marcharon en diferentes puntos del estado para conmemorar el 47 aniversario de la masacre de Tlatelolco y para exigir la presentación con vida de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.
La primera marcha se realizó en Chilpancingo. Miembros del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero (FUNPEG) y de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) marcharon del monumento a Nicolás Bravo, a la salida norte de la ciudad, rumbo el Centro, para exigir cese a lo que llamaron la “represión estudiantil”.
En el caso del FUNPEG, compuesto por egresados de las nueve normales públicas de la entidad que exigen 700 plazas docentes, los inconformes denunciaron en cartulinas y en consignas que el gobierno del estado junto con el federal, en lugar de otorgarles sus plazas para desempeñarse como maestros, porque para eso estudiaron, les envía policías que los disuaden de manera violenta en manifestaciones.
Los alumnos de la UAGro exigieron la presentación con vida de los 43 desaparecidos y que “nunca más haya un 2 de octubre”. Con la consigna más sonada durante esta marcha: “2 de octubre no se olvida, es de lucha combativa”, arribaron los contingentes al zócalo de la ciudad donde realizaron un mitin.
En Acapulco, alumnos de preparatorias populares que dependen económicamente de la UAGro y ayuntamientos donde están ubicadas, marcharon sobre la costera Miguel Alemán y avenida Cuauhtémoc, rumbo al ayuntamiento con las mismas exigencias.
En Chilpancingo, maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) marchan de su edificio sindical por el bulevar Vicente Guerrero, que cruza en Chilpancingo la Autopista del Sol, en conmemoración de la matanza de Tlatelolco y cese a la “criminalización de la lucha social y desistimiento de acciones penales contra el movimiento magisterial”.
Ninguna manifestación se ha tornado violenta.
Fuente: El Universal