Chile, México y Perú confían en que Colombia se sume al TPP.
Los estadounidenses dicen que cuando la marea baja, queda a la vista quiénes se están bañando desnudos. La desaceleración que padecen las economías emergentes y, en particular las de Latinoamérica, ha aflorado la verdadera armadura regional: las profundas diferencias en el patrón de estas economías y el dispar potencial a medio plazo de los países. La reciente firma del Acuerdo de Asociación del Pacífico (TPP, por sus siglas en inglés) no hace sino agravar la brecha que se abre en esa parte del hemisferio occidental, entre quienes cuentan con economías más abiertas y aquellas economías muy dependientes de las materias primas y poco integradas en las cadenas comerciales globales.
Latinoamérica, como región, registrará este año un retroceso del PIBdel 0,3%, que se explica, sobre todo, por los números rojos de Brasil (-3%), Venezuela (-10%) y Ecuador (-0,6%), según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Lo más importante, quizás, es que el crecimiento potencial de la región se revela más bajo de lo que se pensaba. Mientras, Chile, México y Perú registran crecimientos por encima del promedio de la región. “No es casualidad que los países con mayor dinamismo económico sean también los que muestran mayor dinamismo en las políticas”, apunta Ángel Melguizo, jefe de la unidad para América Latina del centro de Desarrollo de la OCDE. “La brecha se ve en los acuerdos firmados y en los números”, admite el economista, que esta semana ha viajado a Lima.
El FMI recuerda que a lo largo de los últimos 25 años, Latinoamérica ha permanecido más cerrada al comercio exterior que otras regiones emergentes y considera que el comercio de la mayoría de las economías de la zona se sitúa por debajo del nivel que debería en función de sus fundamentos económicos. “Las cifras revelan que los intercambios comerciales, incluso entre los países de la Alianza del Pacífico [Chile, Colombia, México y Perú], son muy bajos”, insiste Melguizo. “La integración de las cadenas de valor entre los países de la región es menor que la que muchos de ellos tienen con China”, explica. De hecho, el principal socio comercial de muchos países de la región, como Perú, es China. “Tenemos la mente abierta a colaborar con los 12 países que integrarán el TPP”, aseguraba en uno de los seminarios celebrados en Lima el subgobernador del banco central de China, Yi Gang.
Chile, Perú y México son los únicos integrantes regionales en el TPP. El acuerdo aún debe ser ratificado por cada uno de los Parlamentos nacionales y eso no es necesariamente una tarea fácil. “Aunque los negociadores han calificado el acuerdo de ‘transformador’, hay buenas razones para ser cauteloso. Para empezar hay varios obstáculos que superar antes de su implementación”, recuerda Andrew Kenningham, economista senior de Capital Economics desde Londres. “Después de todo, los últimos tres acuerdos comerciales que firmó Estados Unidos solo fueron aplicados entre cuatro y seis años después de su firma”, apunta. Aunque el presidente de EE UU, Barack Obama, ha logrado la Autoridad Comercial del Congreso para negociar acuerdos, la confrontación política y la celebración de elecciones en 2016 pueden perfectamente bloquear el TPP en el Congreso.
Reunidos en el marco de la asamblea anual del FMI, los ministros de Chile, México y Perú han celebrado la firma del acuerdo con la confianza de que, en breve, Colombia inicie el proceso para adherirse al TPP. “Esperamos que Colombia se nos pueda unir”, alentó el titular de Economía de Perú, Alonso Segura.
Una posición en línea con el mensaje que insistentemente ha repetido en esta cumbre Caroline Atkinson, asesora del presidente Barack Obama para temas economía internacional. “No dejo de repetir que el TPP es un acuerdo abierto. Durante el encuentro que celebraron este verano el presidente Obama y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en Washington se incluyó este punto en la agenda de la reunión. Hasta ahora Brasil no ha mirado tanto al Pacífico , pero eso puede cambiar en el futuro”, subrayó.
Precisamente, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha abogado en reiteradas ocasiones por “encontrar una convergencia” entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur, el bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Una receta que comparte el FMI, según recoge su informe de perspectivas para el continente: “la proliferación de los acuerdos comerciales exige una mayor coordinación de las múltiples iniciativas vigentes y previstas, algo que es especialmente pertinente en el caso del Mercosur y la Alianza del Pacífico”.
En todo caso, por sí mismo el acuerdo no logrará el milagro de multiplicar los panes y los peces. Según el premio Nobel Joseph Stiglitz, se trata de un acuerdo “muy malo para los trabajadores comunes, el medio ambiente y la salud”. Para Melguizo ofrece más bien “una buena oportunidad siempre que se logre mejorar la formación, desarrollar las infraestructuras y la logística”.
Los países asiáticos, los más beneficiados
Una semana después del anuncio, aún son muchos los detalles que se desconocen del Acuerdo de Asociación del Pacífico (TPP, por sus siglas en inglés). “Habrá tiempo suficiente para analizarlo”, relativizaba la asesora del presidente Obama para asuntos económicos internacionales, Caroline Atkinson, en uno de los seminarios organizados por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero por el momento, son los países asiáticos los que parece que más se beneficiarán del pacto.
“El TPP será de especial importancia para los países con mayor protección comercial, claramente Japón”, sentencia Andrew Kenningham, de Capital Economics. Otros analistas, como Christoph Riniker, de Julius Baer, amplían el podio a los países del Asia emergente, muy integrados en las cadenas comerciales y con mucho margen para ganar cuota de mercado, especialmente en Estados Unidos. Los economistas de UBS van más allá y cita a Malasia y Vietnam como los mayores ganadores porque, además, han logrado negociar un periodo de tiempo más extenso para los ajustes que deben realizar y una cláusula de excepción para algunos temas sensibles.
El jurado aún debe tomar una decisión sobre Latinoamérica, aunque la homologación de estándares en el sector del automóvil abre nuevas perspectivas para México. Wikileaks ha empezado a filtrar supuestos capítulos del TPP que cuestionan lo acordado en medicamentos, propiedad intelectual, Internet y patentes.
Fuente: El País