Insurgentes talibanes irrumpieron el lunes en un fuerte usado como prisión en Afganistán, matando a varios policías y liberando a más de 400 reclusos, y luego atacaron a las tropas que acudieron para ayudar a contener la fuga, dijeron funcionarios.
La irrupción de los talibanes en la cárcel ubicada en las afueras de la ciudad central de Ghazni se produjo después de varios reveses para el Gobierno afgano en diferentes partes del país y de ataques letales en Kabul que arruinaron la esperanza de un diálogo de paz.
Un periodista de Reuters en las afueras de la prisión en Ghazni, 120 kilómetros al sudoeste de la capital, Kabul, vio los cuerpos de dos hombres que parecían ser atacantes suicidas y un coche colapsado que habría sido usado para destruir la entrada principal.
El vicegobernador de la ciudad, Mohammed Ali Ahmadi, dijo que más de 400 prisioneros habían escapado. Unos 80 fueron recapturados y 352 seguían prófugos, incluidos alrededor de 150 talibanes.
Siete talibanes y cuatro miembros de las fuerzas de seguridad murieron en el ataque, agregó el funcionario.
Los caminos hacia la prisión fueron cubiertos con minas terrestres para evitar (la llegada de) refuerzos», dijo Ahmadi a periodistas.
Un vehículo del Ejército con refuerzos explotó como consecuencia del estallido de una bomba mientras intentaba llegar a la cárcel», añadió.
Ahmadi dijo que la prisión no tenía mayor seguridad porque al estar tan cerca de Ghazni -sólo a 7 kilómetros del centro de la ciudad- se suponía que los refuerzos podían llegar rápidamente en caso de ser necesario.
Por su parte, el portavoz de los talibanes Zabihullah Mujahid señaló que hombres armados y tres suicidas atacaron la prisión a las 02:00 de la madrugada hora local (2200 GMT del domingo). Los tres atacantes suicidas murieron, agregó.
Fuente: Excélsior