La segunda fase de la Ronda Uno, a realizarse este 30 de septiembre, será más atractiva para los inversionistas tras las correcciones hechas a la primera licitación, consideró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su reporte semanal “Análisis económico ejecutivo”, destaca que las expectativas apuntan a que en esta ocasión los resultados serán mejores que los obtenidos en la primera fase de la Ronda Uno.
Ello, debido principalmente a la flexibilización que las autoridades hacendarias realizaron a las condiciones de participación para las empresas interesadas, tras la experiencia de los resultados obtenidos en la primera licitación.
El organismo de investigación y análisis del sector privado afirma que la reforma energética comenzó a dar sus primeros frutos, aunque estos no fueron los que se esperaban.
Apunta que durante la licitación de la primera fase de la Ronda Uno sólo se asignaron dos de los 14 bloques licitados, lo que generó algunas opiniones que consideraron estos resultados como decepcionantes.
Si bien es cierto que los objetivos no se lograron en esa fase de licitación, subraya que al ser la primera vez que se llevó a cabo un proceso de este tipo en el país, el interés por participar fue importante para muchas empresas.
Refiere que fueron 25 empresas las precalificadas para participar, siete que participaron y seis que hicieron alguna oferta. De estas últimas, se asignaron solo dos y las otras cuatro fueron desechadas por el hecho de haber realizado una propuesta de utilidad menor a la que solicitaba el gobierno.
La primera fase fue una fuente de experiencia sumamente importante, pues permitió corregir aspectos que contribuirán a que la segunda fase, a llevarse a cabo el 30 de septiembre, sea más atractiva para los inversionistas que han estado atentos al desarrollo del proceso de licitación, argumenta.
Según información de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, continúa, hasta el pasado 20 de agosto se registraron 14 licitantes precalificados para participar en la licitación de cinco contratos de extracción en nueve campos de aguas someras ubicados en el Golfo de México, que considera la segunda fase de la Ronda Uno.
Del total de licitantes, nueve son empresas que participarán de manera individual y cinco son consorcios integrados por diversas empresas.
El CEESP considera que las adecuaciones a las condiciones de licitación tienen el objetivo de captar mayores inversiones, lo que finalmente se puede reflejar en más empleos y en un estímulo para el crecimiento de la economía.
Asimismo, el menor riesgo que implica este tipo de contratos puede ser un incentivo adicional a la flexibilización de las condiciones de participación para las empresas interesadas, resalta.
Si bien es cierto que el riesgo de los proyectos a licitar es menor, precisa que el entorno del mercado petrolero mundial aún genera preocupación, sobre todo por el bajo nivel de precios del petróleo y la perspectiva de que éstos no mejoren mucho en los próximos años.
Estimó que de los resultados de la segunda fase de la Ronda Uno podría tenerse señales más claras del interés que puede haber por participar en la industria petrolera del país, de tal manera que esta se haga más eficiente, productiva y competitiva, en beneficio del país y de la población como fuente de inversión y nuevos empleos.
Para el organismo privado, la experiencia que se gana en cada uno de los procesos se deberá reflejar en niveles de inversión importantes, que contribuyan al desempeño de la actividad productiva.
“No hay que olvidar que la inversión es el principal motor del crecimiento, y que la industria petrolera es uno de sus principales destinos”, subraya el CEESP.
Añade que aunque el beneficio de la reforma petrolera se verá en el mediano plazo, la consolidación de los proyectos de extracción podrá ser una fuente importante del crecimiento económico.
Fuente: El Financiero