El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, recibió hoy de manos del ex ministro de Justicia Miguel Reale Junior un documento que complementa el pedido de destitución de la presidenta Dilma Rousseff presentado por otro jurista fundador del Partido de los Trabajadores (PT).
El acto de entrega del documento estuvo a cargo del propio Reale y de María Lúcia Bicudo, hija del reconocido jurista Hélio Bicudo, autor del pedido de destitución de Rousseff más fundamentado desde el punto de vista jurídico de los 13 que la Cámara Alta recibió desde que la presidenta asumió su segundo gobierno, en enero de este año.
Asistieron al acto, realizado en el despacho de Cunha, referentes de los partidos políticos de oposición, algunos disidentes de la coalición de gobierno y representantes de los principales movimientos civiles que defienden la salida de la mandataria.
Bicudo, quien como procurador de Justicia entre 1947 y 1979 combatió al Escudrón de la Muerte, alega en su petición que Rousseff incurrió en delito de responsabilidad al maquillar las cuentas públicas de 2014, algo que de hecho está siendo analizado por el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), que decidirá próximamente si aprueba o no la rendición de cuentas del pasado gobierno de Rousseff.
Además, acusa a la presidenta de haber estado al tanto de los fraudes cometidos en Petrobras en la época en que ella presidía el Consejo de Administración de la estatal (2003-2010) y, sobre todo, de no haber escuchado a quienes intentaron advertirle sobre los ilícitos ni haber echado a los presuntamente involucrados en los mismos.
Según Reale, «la dictadura de los sobornos es más maliciosa que la de los fusiles, que se presentan y se hacen visibles».
«La dictadura de los sobornos es esa que corroe la democracia por dentro, que elimina la independencia y la honradez del Congreso a través de la compra de partidos políticos y de apoyo de diputados. Es peor que la dictadura de los fusiles, que se enfrentan frontalmente.
La «compra de partidos» alude al escándalo que estalló en 2005, durante el primer gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, cuando se descubrió una maniobra encabezada por el PT para pagar a los legisladores a cambio de apoyo en el Congreso. Fue por ese escándalo que ese año Bicudo abandonó el partido de izquierda que ayudó a fundar.
Cunha pertenece al principal aliado del gobierno de Rousseff, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Sin embargo, se ha posicionado como un férreo detractor de la presidencia y llegó a romper relaciones de manera explícita en julio, después de ser denunciado por la Policía Federal como presunto beneficiario de sobornos en el marco de los ilícitos cometidos en Petrobras.
Fuente: La Jornada