El cadáver de Erik Emmanuel Salas Sánchez presentaba dos heridas de bala en la espalda y una en uno de los glúteos.
Un joven de origen mexicano que en abril pasado murió en su domicilio a manos de un policía de El Paso, Texas, recibió varios disparos por la espalda, según reveló la autopsia.
El reporte de la Oficina del Médico Forense del Condado señala que el cadáver de Erik Emmanuel Salas Sánchez presentaba dos heridas de bala en la espalda y una en uno de los glúteos.
Los disparos fueron realizados a una distancia indeterminada, según el documento oficial, de ocho páginas.
La noche del 29 de abril, Salas Sánchez, de 22 años, falleció en su domicilio durante un incidente en el que los oficiales del Departamento de Policía de El Paso, tras haber llegado al lugar alertados sobre un posible robo, le dispararon por considerarlo un sospechoso.
El Departamento de Policía de El Paso informó posteriormente que el joven de origen mexicano tenía un objeto de metal en las manos, con el que amenazaba de muerte a los agentes.
Cuando le ordenaron detenerse, el sospechoso amagó a los oficiales con él. Fue entonces cuando un veterano del departamento, con 10 años de experiencia, le disparó y lo mató, afirmaron las autoridades.
Fuente: La Razón