La producción controlada en las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (Uma) ha permitido mantener a salvo al cocodrilo de pantano y que sus poblaciones se hayan recuperado en México, después de estar en peligro de extinción.
Luego de pasar por una intensa explotación a partir de los años 40 y 50 por la cotización de la piel, la especie en México ha alcanzado una población sana al aplicarse medidas de conservación como las UMAs.
A la fecha se tienen registros del cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii) en Chiapas, Campeche, Colima, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz, así como en Belice y el norte de Guatemala.
En el sureste mexicano destacan los centros de Cocodrilia, en Chetumal, Quintana Roo, y Caimanes y Cocodrilos de Chiapas (CAICROCHIS), en el municipio fronterizo de Tapachula, Chiapas.
Rolando Coral, socio fundador de Cocodrilia, aseguró que la producción controlada ha ayudado a mantener a salvo las poblaciones silvestres, en este caso la del cocodrilo de pantano.
«La especie de cocodrilo que tenemos registrada en la UMA se encuentra inscrita en la Norma Oficial Mexicana 059, sujeta a protección especial», explicó en entrevista.
En Cocodrilia, abundó, realizamos la conservación, exhibición, reproducción y aprovechamiento comercial de la especie, lo que garantiza que los productos provienen de una producción sustentable y legal.
El experto destacó que comercializan únicamente los ejemplares de la reproducción controlada en la granja, manteniendo a salvo las poblaciones silvestres.
Precisó que la Unidad de Manejo Cocodrila opera desde hace cinco años y cuenta con una extensión de 12 hectáreas en Chetumal, donde maneja la especie de cocodrilo de pantano Crocodylus moreletii.
Estos se encuentran divididos en tres áreas, crecimiento y engorda (crías y juveniles), finalización (Subadultos) y reproductores (adultos).
Las especies, indicó, son alimentadas con pollo complementado con vitaminas y minerales; las crías, durante su primer año de vida, comen pescado más vitaminas y minerales.
La unidad comercializa entre 500 a mil pieles al año, en el mercado nacional en la presentación crudo-salado, y «nuestros compradores llevan a cabo el proceso de curtido y manufactura de productos como zapatos, bolsas, billeteras, cinturones, chamarras y demás accesorios».
Agregó que, además, venden la carne en canal, vísceras (bazo y timo), grasa y cabezas (cráneo blanqueado o con piel en crudo) para la elaboración de diversos artículos como la producción de aceite.
Resaltó que el centro ha registrado en este último año un crecimiento de 300 por ciento en cuanto al número de animales en la granja y para 2016 prevén producir unas tres mil pieles por año.
En cuanto al área de investigación, Coral comentó que colaboran con el Instituto Tecnológico de Felipe Carrillo Puerto para el monitoreo poblacional de la especie en algunas lagunas del estado de Quintana Roo, con previo permiso de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
De igual forma, permiten recorridos por las instalaciones de la UMA, donde se les explica la importancia de la conservación de los recursos naturales y específicamente la manera de aprovechar de forma sustentable las especies de vida silvestre.
En Chiapas, la directora de la UMA Caimanes y Cocodrilos de Chiapas (CAICROCHIS), MariPaz López comentó que mantienen dos líneas de acción, la conservación y la reproducción de los ejemplares en México.
Mencionó que brindan asesorías para el establecimiento de UMAs intensivas para cocodrilos y colaboran con las Universidades de Texas y Panamá en la identificación de las especies por DNA.
En cuanto a la comercialización, la especialista de la UMA dijo que continúan con el programa de exportación de pieles de alta calidad a Europa, en especial a Francia, además de vender productos terminados como bolsas, cinturones y carteras en el mercado nacional.
Caimanes y Cocodrilos de Chiapas vende también órganos que son unos de los ingredientes para hacer productos farmacéuticos o productos en cosmetología, abundó en entrevista con Notimex.
También, detalló, se comercializa el aceite extraído de la grasa del cocodrilo, el cual muchas personas lo utilizan como medicina alternativa para curar enfermedades respiratorias.
Asimismo, reconoció que actualmente hay muchas personas, inversionistas, comunidades y asociaciones interesados en establecer UMAs intensivas para el aprovechamiento sustentable de los cocodrilos en México, ya que el cocodrilo mexicano es buen negocio.
«Las granjas bien administradas y con suficientes recursos para contar con una buena infraestructura, personal capacitado y pie de cría de calidad son un negocio rentable», reiteró.
Sin embargo, aclaró que la UMA intensiva de cocodrilo implica conservación de la especie, investigación, educación, tener ética en el cuidado de los animales, reproducción y aprovechamiento.
Por ello, cuando las UMAs como Caimanes y Cocodrilos de Chiapas introducen y satisfacen la demanda por productos, subproductos, partes y derivados de cocodrilos, la caza ilegal y la demanda por los productos ilegales se minimiza.
Fuente: Zócalo