Dos de las franquicias más exitosas en la historia de la NFL ponen esta noche en marcha una nueva temporada de la Liga de futbol americano más importante del mundo, en medio de un ambiente enrarecido por el morbo.
Los ríos de tinta que corrieron con el caso de los balones desinflados en el juego de campeonato de la Conferencia Americana entre los Potros y los Patriotas parecen ser intrascendentes después de que el equipo de Nueva Inglaterra se llevara el Super Bowl XLIX a casa, lo que le da el derecho de arrancar la campaña como local ante los Acereros de Pittsburgh.
Sin embargo, el circo que ocurrió después, especialmente en torno a la figura de Tom Brady, el exitoso mariscal de campo de los Patriotas, ha enrarecido este inicio de campaña, después de que sobre el popular #12 se impusiera una suspensión de cuatro juegos que después fue revocada por una corte federal apenas una semana antes del arranque de la campaña.
Pero esto no importa a un equipo de los Acereros que tiene con qué competirle al actual campeón de la Liga, a pesar de que su ataque se verá diezmado con las ausencias de Le’Veon Bell, su corredor estelar, y de Martavis Bryant, uno de los receptores del equipo.
Pero con Ben Roethlisberger en los controles y con un Antonio Brown que explotó su potencial la temporada anterior y del que se espera un desempeño similar en ésta, el equipo de Pittsburgh buscará aprovechar la inexperiencia del perímetro de los Patriots, que perdió piezas clave en la temporada baja, entre ellas a Darrelle Revis.
Sin embargo, del lado de los Patriotas es bien conocido que este equipo bajo el mando de Bill Bellichik ha hecho grandes cosas con tan pocos nombres, confiando en gran parte de lo que pueda hacer Tom Brady al mando que, dicho sea de paso, la revocación de su suspensión se convirtió en un auténtico respiro para el campeón.
En temporada regular, ambos equipos se han enfrentado en un total de 23 ocasiones, con récord favorable para Pittsburgh de 14-9; para ambos cuadros será la quinta ocasión en que se enfrenten en el Gillette Stadium y la tercera en la historia entre ambas franquicias en la que se enfrenten en el juego inaugural.
Con este duelo se pone fin a una ausencia de futbol americano de siete meses y nueve días, fecha que los fanáticos estaban ávidos por ver llegar.
El enfrentamiento será de pronósticos reservados y con su alta dosis de morbo en torno a lo que pueda hacer Brady después de su pleito con la Liga. Lo que es innegable es que sobre el emparrillado estarán dos franquicias que en conjunto tienen 10 trofeos Vince Lombardi en sus vitrinas y que a partir de esta noche buscarán añadir uno más el próximo 7 de febrero.
Fuente: El Informador