No sólo es una fantástica muestra de una pista que combina velocidad con habilidad, sino que también tiene el corazón y el alma de todos los suyos

En este circuito se han visto algunas de las mejores carreras de todos los tiempos, pero también algunos de los peores accidentes en la historia de este deporte. Los nombres de los grandes pilotos y los sonidos de los motores de los años pasados han persistido en los grandes árboles centenarios que rodean la pista en el parque real.

Los trabajos en el circuito comenzaron en 1922 y terminaron en menos de seis meses. Después de Brooklands en el Reino Unido e Indianápolis en los EE.UU., fue el tercer circuito permanente en existencia. Con un óvalo incorporado en el diseño del circuito de carreras de carretera, la longitud total de la pista se situó de 10 kilómetros.

La Fórmula Uno visitó el circuito como parte de la temporada inaugural en 1950 y se ha mantenido como un escenario permanente en el calendario desde entonces.

Con el paso del tiempo, Monza ha sido testigo de una increíble lista de momentos históricos: victorias famosas y accidentes horribles. Todo se combina para hacer de este circuito uno de los lugares más mágicos en la temporada de la Fórmula Uno. Para muchos, no hay ningún lugar que encapsule el deporte mejor que este circuito. Los italianos lo llaman ‘La Pista Mágica», una descripción con la cual, pocos estarían en desacuerdo.

Fuente: ESPN