Cinco grandes temas, diez mandamientos y un objetivo, sería el resumen del mensaje con motivo del Tercer Informe de Gobierno, joya del pragmatismo peñanietista. No hubo sorpresas, salvo la creación de una Secretaría de Cultura y la emisión de bonos para la educación.
No hubo esbozo de autocrítica sino aceptación de lo obvio: el efecto devastador de la fuga “imperdonable” de El Chapo, la tragedia por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y el escándalo por el sospechoso conflicto de interés soterrado en La Casa Blanca (de Las Lomas).
El bolsillo de los mexicanos no entiende esas explicaciones. Si el país es víctima de la volatilidad exterior, si no crecemos por factores foráneos, lo mismo da. Cuando el dinero no alcanza, el canto de las sirenas y los “broncos” resulta seductor. Si la gente no percibe resultados, los votantes buscarán otras alternativas. En política, percepción es realidad.
Más allá del miedo, el mensaje pone a colores los grandes pendientes… despeja “el balón” a la cancha del Poder Legislativo, donde duermen las leyes secundarias en materia de justicia penal, transparencia y combate a corrupción e impunidad… entre muchas.
¿Habrá tanto tiempo, tanto espacio y tanta paciencia?
EL MONJE LOCO: Después de seis meses y días, por fin México tendrá embajador en Washington. El doctor Miguel Basánez fue ratificado por el Senado. Presentará cartas credenciales al presidente Obama el próximo martes…