El presidente venezolano se refirió así a la nueva política del gobierno estadunidense hacia Cuba.
El presidente venezolano Nicolás Maduro elogió un par de veces a su colega estadunidense Barack Obama al pronunciar un discurso de tono moderado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Maduro dijo que quería reconocer «la valentía del presidente Barack Obama al asumir una nueva política hacia Cuba», con la que el gobierno estadunidense reanudó relaciones diplomáticas tras más de medio siglo de guerra fría, y abogó por que Estados Unidos, «así como en 1979 fue capaz de firmar un acuerdo con Panamá para devolver la soberanía del canal, muy pronto le devuelva al pueblo de Cuba la base de Guantánamo».
Consideró asimismo como «un paso muy positivo, pero no suficiente», las declaraciones de Obama «reconociendo que Venezuela es un país de paz».
«El decreto del 9 de marzo del 2015 debe ser derogado, anulado, porque amenaza mi patria», sostuvo. «Es una espada de Damócles sobre el cuello del pueblo venezolano».
Se refería a un decreto firmado por Obama en el que se declara a Venezuela una amenaza extraordinaria e inusual para el pueblo de Estados Unidos. Al mes siguiente, no obstante, el gobierno estadunidense aclaró que Venezuela no representaba realmente una amenaza, sino que se había usado esa figura para despejar el camino para imponer sanciones a entidades extranjeras. Usó ese recurso para congelar los bienes que tienen en Estados Unidos siete funcionarios venezolanos acusados de violar los derechos humanos.
Fuente: Excélsior