Musulmanes de todo el mundo comenzaron hoy su peregrinaje anual Hajj a la ciudad santa de La Meca, la actividad religiosa más importante del Islam, ensombrecida por la reciente muerte de 104 fieles por el derrumbe de la Gran Mezquita.
El Comité Coordinador del Hajj informó que ya se encuentran en Arabia Saudita un millón 319 mil 384 fieles para participar en la peregrinación religiosa más importante a nivel mundial, realizada durante el Du l-hiyya, el duodécimo mes del calendario musulmán.
De acuerdo con estadísticas de la Dirección General de Pasaportes, del número total de peregrinos que hasta ahora se encuentra en Arabia Saudita, 35 mil 050 llegó por vía aérea y 12 mil 923 feligreses más lo han hechos por mar y el resto por tierra, según reporte de la cadena Al Arabiya.
El Hajj es uno de los cinco pilares del Islam y es un requisito que todo musulmán debe hacer al menos una vez en su vida, si sus condiciones económicas y de salud se lo permiten, ya que es la reunión espiritual más importante para los practicantes del Islam.
Durante el peregrinaje, los fieles busca el perdón y las bendiciones de Alá (Dios), por los que cada ritual del Hajj, los fieles pregonan la igualdad, no hay diferencia entre ricos y pobres, ni entre la raza blanca o negra, ni entre el débil o fuerte y el oriental u occidental.
El punto culminante el peregrinaje es el ascenso al Monte Arafat, donde el profeta Mahoma dio su último sermón hace más de 14 siglos.
De acuerdo a la tradición, los peregrinos deben permanecer en el Monte Arafat hasta la puesta del sol y luego trasladarse a la localidad de Muzdalifa, donde pasan la noche e inician al día siguiente el ritual de la lapidación simbólica del diablo.
Los peregrinos recogen en Muzdalifa guijarros para participar en la llamada “Lapidación de las Estelas”, un ritual que dura tres días y con la que de manera simbólica los fieles confrontan al diablo, lanzando siete piedras contra unos enormes pilares.
Después, los fieles islámicos regresan al valle de Mina y dan comienzo a las celebraciones del Eid-al-Adh (Fiesta del Sacrificio), que junto con el mes de ayuno del Ramadán, es una de las festividades más importantes del Islam.
Durante esta festividad, con la que termina de manera oficial el peregrinaje anual a la ciudad santa de La Meca, los musulmanes deben sacrificar un cordero, en recuerdo del sacrificio que hizo el Profeta Abraham al ofrecer la vida de su hijo.
Fuente: Crónica