El presidente Enrique Peña Nieto rendirá este martes su tercer Informe de Gobierno, en el que se espera detalle las acciones para instrumentar las reformas aprobadas durante su gestión, tras un año marcado por la fuga de «El Chapo» Guzmán y la desaparición de 43 estudiantes
En los días previos al informe han sido difundidos varios videos promocionales en los que Peña Nieto reconoce que las reformas estructurales impulsadas desde el inicio de su gestión, en diciembre de 2012, no han dado los frutos esperados.
«Hay tres frenos que lo impiden: la corrupción, la desigualdad y una situación económica mundial complicada que se refleja en una caída del precio del petróleo. Qué vamos a hacer: enfrentar esos retos para acelerar el efecto transformador de las reformas y que sus beneficios lleguen a ti», dice el mandatario en un «spot».
El tercero de los seis informes que Peña Nieto presentará durante todo su mandato (2012-2018) se da en un contexto de marcada desaceleración económica, por la que el Banco de México rebajó el pasado 12 de agosto su pronóstico de crecimiento del producto interno bruto (PIB) a un intervalo de entre 1.7 y 2.5 % para 2015.
Este cálculo supone una rebaja frente a las estimaciones previas, cuando la institución vaticinaba que México crecería entre 2 y 3 %.
Los nuevos datos se desmarcan también de las estimaciones del propio Gobierno, que se mantienen entre 2.2 y 3.2 %.
En 2014, la economía mexicana creció 2.1 %, muy lejos de la estimación inicial del Gobierno, que era de 3.9 %.
El banco central atribuyó el recorte al débil desempeño de la actividad industrial, al crecimiento moderado de la demanda interna, a un entorno económico volátil y al anuncio de la normalización monetaria estadounidense.
Asimismo, el tercer informe llega en un momento en que sólo 44 % de los mexicanos aprueba la gestión de su presidente, lo que representa un descenso de siete puntos respecto a 2014, de acuerdo con un sondeo del centro de estudios Pew publicado el pasado 27 de agosto en Washington (EU).
La encuesta, efectuada en abril, revela un creciente escepticismo sobre la labor del mandatario en temas clave de su agenda, como el combate al crimen organizado. En este campo, sólo 35 % de los mexicanos avala su gestión, un descenso de 18 puntos respecto a 2014.
En el tema específico de la lucha contra el narcotráfico, apenas 39 % de los mexicanos considera que Peña Nieto está logrando mermar el poder de los capos, lo que implica un nuevo descenso respecto al 45 % de 2014.
Ese dato incluso puede haber bajado aun más en las últimas semanas, ya que el sondeo fue realizado antes de que «El Chapo» Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, se fugara el pasado 11 de julio de una cárcel de máxima seguridad a través de un túnel subterráneo de 1,5 kilómetros de longitud.
Un sondeo publicado por el diario Reforma a fines de julio muestra un deterioro incluso mayor del respaldo al gobernante, con un nivel de 34 %, mientras que el índice de desaprobación subió a 64 %.
Sin embargo, el tema que ha marcado más los últimos 12 meses del Gobierno de Peña Nieto ha sido la desaparición de 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, en el estado sureño de Guerrero, atribuida por el Gobierno federal a autoridades locales corruptas y miembros del crimen organizado.
La versión oficial de los hechos no es aceptada por los familiares de las víctimas, que han encabezado multitudinarias manifestaciones en el país para exigir justicia y que se investigue el supuesto papel de las fuerzas federales en la tragedia.
Apremiado por sus decrecientes niveles de aprobación, el presidente efectuó la semana pasada una remodelación de su gabinete en la que sobresale un rostro femenino al frente de la política exterior y el relevo de una pieza clave en materia de seguridad.
Entre los movimientos destaca la llegada de la hasta hoy secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, a la cancillería, una posición clave para un presidente que quiere proyectar la imagen de un México en transformación.
Sobresale también el nombramiento del actual «zar» antisecuestro Renato Sales al frente de la Comisión Nacional de Seguridad, en sustitución de Monte Alejandro Rubido.
Fuente: El Siglo de Torreón