Si no dormimos lo suficiente los síntomas de ansiedad y depresión pueden empezar a aparecer.
Desde pequeños nos enseñaron que lo ideal era dormir un mínimo de ocho horas para estar lo suficientemente descansado para el día siguiente. Dormir es una función vital y hay que darle la importancia que se merece.
Mientras dormimos, los músculos se relajan y el cuerpo restaura la energía física y mental. Regulamos la temperatura corporal y el sistema inmunológico, fortalecemos el metabolismo, liberamos hormonas que nos harán sentir de buen humor y contribuimos a que se consolide una mejor capacidad de memoria y aprendizaje; todo eso, siempre y cuando sea un sueño placentero y adecuado.
Sin embargo, si no dormimos lo suficiente los síntomas de ansiedad y depresión pueden empezar a aparecer. Incluso, hay una larga lista deenfermedades o descompensaciones del organismo que tienen su origen en los trastornos de sueño.
Reconoce los principales:
1. Insomnio
Es la dificultad para lograr dormirse o la extrema facilidad para despertarse. Se acompaña de malestar o cansancio durante el día. Se presenta en cualquier momento de la vida.
2. Apnea del sueño
Consiste en la obstrucción de las vías respiratorias de forma completa o parcial durante el sueño, provocando ronquidos, dolores de cabeza o somnolencia y episodios de ahogo mientras se está dormido y al despertar. Puede suceder en cualquier momento de la vida.
3. Síndrome de piernas inquitas
Se define por la necesidad irrefrenable de mover las piernas en todo momento, incluso cuando se duerme, momento en el que la situación empeora porque se está acostado.
4. Trastornos del ritmo circadiano
El ritmo circadiano es el reloj biológico interno, que nos tiene acostumbradas a la actividad diurna y al descanso nocturno. Este se ve afectado cuando nuestros horarios de estudio o trabajo, por ejemplo, nos obligan a alterar el ciclo normal.
5. Narcolepsia
Es la somnolencia diurna excesiva. Durante la mañana y la tarde sentimos impulsos irresistibles de dormir o tenemos ataques de sueño al hacer actividades que no requieren de una participación activa, como estar en una conferencia o en el cine.
6. Terrores nocturnos
Ocurre cuando uno despierta durante la madrugada en estado de miedo. Se caracteriza por suscitar gritos o llanto y una conducta de ansiedad o pánico. Sucede sobre todo en la niñez.
7. Sonambulismo
Se refiere a caminar, hablar y gritar dormido. Usualmente es un episodio que termina con un despertar lleno de confusión que dura varios minutos.
8. Somniloquia
Este trastorno aparece en cualquier episodio de sueño y se define por decir unas pocas palabras y difíciles de entender mientras se está durmiendo. A veces va acompañada de terrores nocturnos y/o sonambulismo. Afecta a niños y adultos.
El ambiente perfecto para dormir
– Buen ambiente: La habitación debe estar bien ventilada. Que no sea ni demasiado caliente ni demasiado fría.
– Colchón apropiado: Fíjate que no sea ni demasiado firme, porque las caderas y los hombros estarán presionados, ni demasiado blando como para que tu cuerpo se hunda y comprometa a tu espalda. Debe tener 20 centímetros más de largo que tu cuerpo. Reemplázalo cada 10 años, de preferencia.
– Silencio: Evita toda fuente de ruido. Usa un despertador que no sea muy estruendoso para no estresar a tu cuerpo al despertarlo repentinamente.
– Iluminación: Aíslate de la luz. Dormir con una lámpara prendida, por más chiquita que sea, altera tu reloj biológico porque le indicará a tu cerebro que es momento de despertar.
Para conciliar el sueño ayuda relajarte con un baño tibio, escuchar música suave o leer un libro.
Fuente: El Universal