Rodrigo Navarro
RODRIGO NAVARRO desde Cozumel para josecardenas.com
La Reserva de la Biósfera de Sian Ka´an, La puerta al cielo decretada hace casi 30 años, tiene una superficie de 65 mil hectáreas y esta rodeada de riqueza natural pero especialmente de la riqueza que ofrecen centenares de comunidades mayas. El objeto es crear las condiciones de conservación y al mismo tiempo de desarrollo de estas comunidades. El reto: no crecer en detrimento de la calidad de vida como la han hecho tantas ciudades en nuestro país.
Selvas, petenes, ruinas mayas en su interior. Humedales espectaculares con lagos, ríos y canales llenos de vida: aves, cocodrilos, monos aulladores, jabalíes, venados, corales, manatíes, pero sobre todo pequeñas comunidades que viven dentro de la selva conservando sus tradicionales usos y costumbres.
Nuestro coordinador en esta aventura de tres días por los hoteles de lujo de la Riviera Maya, los arrecifes de Cozumel y ahora la selva en Sian Ka´an parte del programa el hombre y la biósfera de la UNESCO ha sido Vicente Ferreyra.
Vicente trabajó muchos años con Amigos de Sian Ka´an una ONG con 29 años de trabajo que se fundó para conservar la biodiversidad y la riqueza cultural de esta zona maya en el centro del estado de Quintana Roo. Se identificaron 32 localidades con potencial turístico comunitario para que junto a MARTI, el BID y WWF crear Maya Ka`an, donde la tierra late, como una opción para las comunidades mayas. Al final tras numerosos talleres de capacitación se eligió el nombre, la imagen y se incluyeron 16 recorridos ecoturísticos por 17 empresas comunitarias.
https://www.youtube.com/watch?v=sirasuV-lm4
Se trata de ofrecer al turista una alternativa de turismo de naturaleza y cultural basados en la sustentabilidad que potencie un mejor nivel de vida para las comunidades. Ahora Vicente trabaja con MARTI y nos llevó con una comunidad con la que ha trabajado y conoce bien. Hicimos el recorrido en Muyil, selva y flotación.
Ese día se desplomó la carretera de Cancún a Playa del Carmen y tuvimos un retraso de tres horas que nos impidió el recorrido en el sitio arqueológico de Muyil, que mi esposa y yo ya conocíamos pero no Kevin Okulolo nuestro camarógrafo y Carol Goddstein (STI). Fue una lástima.
Lo que si hicimos fue un delicioso lunch de bienvenida con platillos de recetas mayas a base de calabaza y pepita de calabaza, que nos volvió literalmente a la vida. Mientras nuestro guía maya que solo estudió hasta 6º de primaria pero habla inglés fluidamente. Antonio Caamal fue el único que no tuvo miedo de hablar en inglés ante nuestras cámaras. Conoce sobre la selva, los ecosistemas, las plantas, los animales, la historia maya. Fue un excelente anfitrión.
Al preguntarle cuál era el riesgo para sus comunidades del crecimiento enorme que ha sufrido Playa del Carmen y ahora Tulum, muy cerca de ellos, dice que el desconocimiento de los problemas como las malas prácticas de los turistas, la basura, el turismo masivo puede dañar la selva y sus ecosistemas. Que tendrían todos en las comunidades que capacitarse y aprender a lidiar con el turismo como ellos lo hicieron. Los riesgos en Sian Ka´an, a decir de Vicente, son deforestación, contaminación, la explotación del acuífero (que daría para otro artículo), la extinción de especies y la afectación al Arrecife Mesoamericano.
Después del lunch recorrimos en lancha los canales al través del manglar y los pastizales. Nos detuvimos en una pequeña construcción maya que servia muy seguramente como refugio a los viajeros y flotamos por espacio de una hora en los canales. Es increíble estar suspendido en esos canales de aguas carbonatosas, escuchando el silencio de la selva, el canto esporádico de las aves. Todos, nuestro guía maya incluido, estuvimos encantados y felices.
Posteriormente caminamos sobre un camino de madera encima del pastizal hasta nuestra lancha y emprendimos el regreso. En donde estaba el muelle caminamos en otro camino de madera sobre el humedal y la selva. Es un sendero educativo en donde hay fichas con los nombres en maya, común y científico de especies animales y vegetales que encontramos a nuestro paso.
Antes de partir nos habían preguntado que escogiéramos que comer. Todos pedimos pescado a las brasas, fresco. Un mero delicioso, acompañado de salsa, arroz, frijoles y tortillas torteadas recién salidas del comal. Agua de tamarindo. El secreto que lo habían pescado esa mañana. Carol comentó que era increíble como en el hotel no había pesca local fresca, solo atún, basa o salmón que viene de Miami.
Fue una de las preguntas para el director de la cooperativa pesquera de Cozumel que se quedó en mi garganta. Eduardo Pérez Catzín no atendió nuestra solicitud de una entrevista a pesar de que estaba presente, aduciendo estaba ocupado. La pregunta ¿por qué la mayoría de los hoteles no venden sus productos? La respuesta por parte de los hoteles: esta muy caro.
No sé que hubiera dicho, tal vez alegaría los costos, el alza de la gasolina, el precio del dólar. No sé. Pero esto sucede en nuestra ciudad Cozumel, en Playa del Carmen y en Cancún. La alta demanda de productos los encarece, al fin si este no compra ahí están esperando otros 50 para pagar. Eso nos dijo el taxista que nos llevó esa mañana. Setenta pesos por una dejada de menos de un kilómetro.
A Kevin se le ocurrió para el corto hacer tomas de esta comida comunitaria contra los fastuosos buffetes en el hotel para contrastar. Todos votamos por la comida en Muyil y el pez león en Cozumel.
El gobierno federal dice que el alza en el precio del dólar favorece el turismo, los productos y servicios son más baratos para el turista. En el norte de Q Roo esto no sucede porque ilegalmente los productos están tasados en dólares. PROFECO se dedica a clausurar establecimientos porque los útiles escolares están en desorden y no tienen los precios a la vista. En la pasada quincena el aumento fue de (1.34% contra 0.68% el promedio nacional. El doble).
Tras la comida hicimos una narración de nuestros tres días para cerrar la grabación. Nos despedimos de Carol, Kevin y Vicente, antes de Antonio Caamal nuestro fabuloso guía maya. Se quedaron en nuestro corazón estos tres días de intenso turismo sustentable. Todos atesoramos sobre cualquier práctica el turismo comunitario y natural: la experiencia de observar nacer las tortuguitas, de snorquelear o bucear el arrecife cozumeleño, y de flotar y caminar los humedales de Sian Ka´an.
La única defensa que nos queda en el norte del estado para paliar este esquema de turismo masivo que nuestras autoridades junto a los empresarios, alegando empleos para las futuras generaciones, han elegido son las buenas prácticas. Es por ello que la participación de la sociedad civil organizada, llámese MARTI, STI, Grupo Intersectorial u Ocean Futures Yucatán es un importante contrapeso. Salvo su mejor opinión.
