Cerca de las 19 horas y recibidos por el enmascarado de Plata, el Santo le dio la bienvenida a la Selección mexicana y de paso, mandó la mejor de las vibras a Ricardo Ferretti en el inicio de su interinato que arranca en esta ciudad con el choque ante Trinidad y Tobago
El Santo se puso en primera fila, fue la voz cantante de los casi doscientos aficionados que recibieron a los seleccionados que militan en la Liga MX. La leyenda del pancracio alzó la voz, les abrió paso a los jugadores y se dio tiempo de organizar las firmas de autógrafos de los elementos hacia los aficionados.
El personal de seguridad de la terminal internacional se vio rebasado por los paisanos que perdieron el control y estropearon el paso de cada uno de los jugadores. Los gritos y el caos hicieron que se perdiera la poca organización en la supuesta valla, por lo que los propios elementos del Tricolor buscaron abrirse vereda hasta el autobús.
Mientras que los jugadores fueron el imán de las cámaras y paisanos, el “Tuca” se dejó querer por el enmascarado de Plata, posó con él, intercambió ligeros puntos de vista e inmediatamente le sacó la vuelta a todos los seguidores, pues no siguió por la “valla humana” e ingresó a las escondidas al autobús que los llevó al hotel de concentración.
El caos lo tuvieron que pagar otros, como en el caso de Miguel Mejía Barón, que batalló a cada paso entre cámaras, aficionados y el material de utilería. El espacio no ayudó, por lo que también sufrieron Paúl Aguilar, Francisco Rodríguez, Javier Güémez, Jorge Torres Nilo, Jesús Dueñas y hasta Alfredo Talavera, quienes agradecieron las muestras de cariño, pero a la vez pidieron paz, pues medio mundo se les aglutinó.
Sin pasar inadvertidos, Fernando Cerrilla y Santiago Baños, director operativo y director deportivo, respectivamente, así como Guillermo Cantú, secretario general de la FMF, también arribaron, ninguno de ellos, ni del cuerpo técnico y menos jugadores ofrecieron palabras a la prensa en el comienzo del “Tuca” y su interinato.
Diferencia abismal como cuando ocurría en el proceso de Miguel Herrera, que pese a los recibimientos complicados, se detenía a charlar con los medios de comunicación. Sin embargo, esto no pasó y el Tricolor se fue directamente a descansar, eso sí con miles de autógrafos hacia los cientos de seguidores que deberían ser siempre los primeros en ser atendidos.
Fuente: Esto
1 comentario
Diferencia abismal como cuando ocurría en el proceso de Miguel Herrera….. y que quieren decir con esta expresion?…. que quieren mas de lo mismo?