El banco central de China exigirá que a partir de octubre los prestamistas separen reservas para las compras de todos los derivados cambiarios
La decisión forma parte de las medidas de Beijing para encarecer las apuestas por una mayor depreciación del yuan y amplía el alcance de un documento similar, conocido el martes, en un intento por frenar la especulación y la volatilidad tras una devaluación sorpresiva de la moneda el mes pasado.
Según el documento del Banco Popular de China, los ratios de reserva se fijarán en un 20 por ciento del valor nominal de los contratos forward y de swaps, y en un 10 por ciento del valor nominal del principal para las opciones.
«La gente estaba pensando en alternativas para eludir el requerimiento de reservas para apostar por la depreciación del yuan tras el anuncio de ayer. Pero ahora está claro que es imposible hacerlo», dijo un operador desde Hong Kong, que vio el documento del banco central el miércoles.
Consultado por Reuters, el Banco Popular de China no quiso hacer declaraciones sobre el tema.
Beijing se vio sorprendido por la reacción global a la devaluación del yuan y ha hecho todos los esfuerzos para suavizar el impacto.
El banco central estableció una serie de fuertes puntos medios de operaciones para el yuan, elevó la frecuencia que exige a los bancos estatales para que vendan dólares como forma de apoyar a la moneda local y ha realizado inusuales intervenciones en los mercados de derivados.
Algunos operadores creen que tales intervenciones marcan un retroceso en las reformas monetarias de China.
También está el temor de no saber a qué apunta Beijing, dado que hasta ahora los esfuerzos para sostener al yuan han exigido drenar las reservas de divisas de tipo de cambio extranjero del país.
Si esta última medida reduce la presión sobre la moneda, también disminuirá la necesidad del banco central chino de vender divisas para comprar yuanes.
Pero la estrategia no carece de peligros. En el pasado, intervenciones excesivas han provocado una fuerte baja en el volumen de transacciones, afectando al interés de los inversores internacionales por mantener yuanes.
Fuente: El Financiero