Los aspirantes a la Presidencia de México para el 2018 poco están haciendo por entender a los votantes; sus procedimientos son los mismos.
Colaboración de Juan María Naveja
Al ritmo de uno por semana nos vamos enterando de los interesados en contender por la Presidencia de la República en el 2018. Pareciera que los triunfos de candidatos sin partido, también llamados independientes, en Nuevo León, Michoacán, Sinaloa y Jalisco produjeron un efecto multiplicador. Hay quienes ven al Bronco y creen que es fácil… No saben…
Ya se anticipan las aspiraciones del propio gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez; del diputado Manuel Clouthier; del alcalde electo de Guadalajara, Enrique Alfaro; hay quienes especulan que si a Margarita Zavala le siguen cerrando las puertas en el PAN la buscaría por su cuenta y por ahí también podría Rosario Robles, si el PRI-gobierno lo estima necesario.
En las últimas semanas hay voces que se acercaron a la periodista Carmen Aristegui y al parecer otro tanto sucede con la académica y analista Denise Dresser.
Por el lado de los empresarios, creen que hay posibilidades para uno de los suyos. Así, se escuchan los nombres del CEO de FEMSA, El Diablo José Antonio Fernández, y del presidente de Mexicanos Primero, Claudio X González. Ninguno de los dos ha manifestado interés, pero ya recibieron mensajes del gobierno para tratar de apagarles cualquier tentación, aunque ambos han demostrado que no son fáciles de disuadir.
La efervescencia independiente hizo reaccionar a los militantes de los partidos políticos que andan con ganas: Andrés Manuel López Obrador va por la tercera, ahora por Morena; en el PAN, Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle, y el de la semana es el perredista gobernador de Morelos, Graco Ramírez.
Según los analistas, con los cambios en el gabinete por el PRI estarían Miguel Ángel Osorio, Luis Videgaray, Aurelio Nuño y José Antonio Meade; ojo, su designación en la Sedesol es su cuarta cartera en dos sexenios.
Hay otros personajes que no se pueden descartar. Manlio Fabio Beltrones jugará sus cartas si encuentra las condiciones para ganar; difícilmente transitará el camino que hizo fracasar a Roberto Madrazo, y si la ve compleja, seguramente lo veremos nuevamente en el Senado. Otro caso es el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, quien al igual que Rosario Robles puede convertirse en una pieza de la estrategia del PRI-gobierno.
Independientemente de las ambiciones de sus militantes, los partidos políticos dan la impresión de que no acaban de entender la lección de las pasadas elecciones, poco están haciendo por entender a los votantes, sus procedimientos son los mismos.
No acaban de darse cuenta de que, igual o más fuerte que iniciativas como el voto en blanco o el voto nulo, hay una tendencia a favor del voto útil. En Nuevo León y Jalisco le negaron el voto a los partidos, sobre todo los gobernantes actuales o del pasado reciente.
Por lo que hace a los independientes, más bien llamados sin partido, no entienden a cabalidad el fenómeno del Bronco. Jaime Rodríguez ganó por el hartazgo hacia el PRI y el PAN, pero también en gran parte por su conocimiento de las estructuras territoriales y, según se dice, por el apoyo de los empresarios, en particular del Diablo Fernández.
Para cualquier candidatura independiente habrá que asegurar primero una estructura de trabajo en todo el país y no menos de 100 millones de pesos. Así que no basta con tener simpatizantes; ahora, ni partido. La elección del 2018 será inédita en muchos sentidos. Hay muchos ingenuos que no lo entienden.