En un laboratorio de Estados Unidos, el brazo de un mono es decapado totalmente hasta llegar a sus células individuales. Todo lo que queda es una estructura desnuda y frágil.
Pero ese no es el final del camino para este brazo. La estructura es reconstruida con infusiones de células procedentes de otro ser –sea de un mono o de un humano– las cuales harían crecer y transformarían el miembro.
El objetivo es restaurar finalmente el miembro hasta su forma funcional completa. Pero este miembro transformado contendrá la sangre, los huesos, los músculos y el cartílago –y más– pero no del animal del que fue alguna vez, sino en su lugar, del animal que proporciona estas nuevas células.
La esperanza es, eventualmente, usar células humanas para hacer miembros que puedan ser trasplantados en humanos… y la tecnología ya está siendo probada en monos.
Fuente: CNN