Decenas de miles de malasios vestidos con camisetas amarillas y haciendo sonar cuernos desafiaron a las autoridades el sábado en Kuala Lumpur con una manifestación multitudinaria para exigir la dimisión del asediado primer ministro del país, Najib Razak.
La gran presencia policial no disuadió a los asistentes, luego de que las autoridades declararon ilegal la manifestación, bloquearon la página web del organizador y prohibieron las prendas amarillas y el logo de Bersih, la coalición que exige elecciones limpias y justas y que está detrás de las protestas del fin de semana.
Najib lucha por su supervivencia política desde que documentos filtrados en julio mostraran que depositó unos 700 millones de dólares en sus cuentas privadas procedentes de entidades vinculadas al endeudado fondo estatal 1MDB. Más tarde dijo que el dinero era una donación del Medio Oriente y cesó al viceprimer ministro y otros cuatro miembros de su gobierno, además del procurador que lo investiga.
Fuente: La Razón