Las modificaciones a las bases de licitación de la segunda convocatoria de la Ronda Uno pueden hacer que esta fase sea más atractiva para los inversionistas, destacó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP)
Refiere que en la primera fase de la Ronda Uno sólo fueron adjudicados dos de los 14 proyectos que se ofertaron, tras lo cual las autoridades decidieron hacer algunas modificaciones a las bases de licitación para la segunda convocatoria.
Ello, con el objetivo de facilitar y hacer más atractiva la participación de las empresas interesadas por alguno de los proyectos que se licitarán en esta segunda fase, expuso en su reporte semanal “Análisis económico ejecutivo”.
Apunta que en la segunda fase de la Ronda Uno, que se celebrará a finales de septiembre próximo, se licitarán cinco contratos de extracción en nueve campos de aguas someras ubicados en el Golfo de México.
El menor riesgo que implica este tipo de contratos puede ser un incentivo adicional a la flexibilización de las condiciones de participación para las empresas interesadas, subraya el organismo de investigación y análisis del sector privado.
De acuerdo con la información de la Secretaría de Hacienda, los avances del proceso de licitación para la segunda convocatoria al 10 de julio indican que hay 26 empresas que iniciaron el proceso de precalificación para participar en la licitación de los cinco contratos que ofrecerá el gobierno federal.
Además, se flexibilizan las condiciones para la presentación de las garantías correspondientes a la presentación de propuestas, cumplimiento del programa mínimo de trabajo y el cumplimiento de las obligaciones del contratista.
Se especifican los montos de cobertura de seguros requeridos de manera previa a la realización de las actividades petroleras amparadas en el contrato, y se incluyen definiciones de los conceptos de culpa y dolo con la finalidad de dar mayor certidumbre sobre el proceso de rescisión administrativa.
También se flexibilizan las condiciones para la presentación de propuestas por distintas compañías que hayan cumplido con los acuerdos de confidencialidad que correspondan; se flexibilizan las reglas para la formación de consorcios y su participación.
Precisa que de no haber puesto límites de utilidad en los rangos en que lo hicieron las autoridades en la primera fase, la asignación habría sido de seis bloques, lo que pudo haber superado muchas expectativas.
El CEESP considera que la primera fase de la Ronda Uno sirvió de experiencia en este entorno, de tal manera que en la fase dos, si bien los proyectos pueden ser más atractivos por el reducido riesgo que representan, las empresas tendrán más incentivos para participar.
Fuente: Crónica