El cine de Hollywood fácilmente puede ser una de las actividades más entretenidas para disfrutar. A lo largo de su historia ha sido la vitrina perfecta para establecer cánones de cultura pop. Una de las industrias que más se ha beneficiado con el cine es la automotriz, pues los carros y sus variantes son un aliado esencial del séptimo arte.
Lamborghini Murcielago LP640 (The Dark Knight – 2008)
Alfred: “Desea el Badpod, señor?”
Bruce Wayne: “En la mitad del día? No es muy sutil.”
Alfred: “El Lamborghini, entonces. Mucho más sutil…”
Claro, Bruce, porque en pleno día no es muy ortodoxo salir en el Tumbler, así que mejor sal en el Lamborghini Murciélago LP640, que con ese pasas más desapercibido, seguro. Un bonito guiño de la marca italiana al ‘hombre murciélago’. Era algo obvio, ¿no creen?
Ford Gran Torino 1972 (Gran Torino – 2008)
En esta película pocas veces aparece el Gran Torino, pero su sentido está impregnado de una forma más abstracta: el Gran Torino ha sido el representante del nacionalismo americano por varias décadas, incluso por estos días. El Gran Torino es la posesión más preciada del protagonista, y, que a su muerte, en vez de dejarlo a la deriva, decide cedérselo a quien intentó proteger con su vida misma.
Dodge Charger R/T 1970 (The Fast and the Furious – 2001)
Un ‘muscle car’ es un carro más estadounidense que el mismo Tío Sam. Son máquinas que representan el músculo y el poderío de la producción de ese país. Diseñados especialmente para la gente de gran tamaño, son autos americanos deportivos de dos puertas con poderosos motores de alto rendimiento. El 1970 Dodge Charger de Dominic Toretto es un ejemplo del poder del ‘muscle car’, incluso 31 años después de su fabricación.
Ford Ecoline 1984 (Dumb and Dumber – 1994)
Solo un carro en el mundo podría permitirle a sus ocupantes orinar en varias botellas como si fueran camellos en vez de personas. Esta Shaggin’ Wagon modificada para parecer más bien un perrito es todo un clásico de la década de los noventa, en una de las mejores películas de Jim Carrey y de Jeff Daniels.
Ford Explorer XLT 1993 (Jurassic Park – 1993)
En Jurassic Park se enfrentaron dos colosos: la Ford Explorer XLT contra el T-Rex. ¿Hay algo más que decir? Claro. El gran John Hammond no escatimaba en gastos en su parque y solo quería lo mejor. Y no hay nada mejor que una Explorer.
DeLorean DMC-12 1982 (Back to the Future – 1985)
Nuestras vidas cambiaron la primera vez que vimos salir el DeLorean del camión junto a Marty McFly. La producción del filme no pudo encontrar un mejor carro que representara las líneas de diseño del futuro, pues el DeLorean era su mejor representante. Un carro al que se le abren las puertas hacia arriba, como varios Lamborghini, y que puede ser controlado a control remoto en plena mitad de la década de los ochenta. Ese es el DeLorean.
Cadillac Miller-Meteor 1959 (Ghostbusters – 1984)
El primer Cadillac de la lista, el Miller Meteor modelo 59′, de placas Ecto-1 de Nueva York es uno de los carros más icónicos en la historia del cine. Esa película inmortalizó al gran Bill Murray y a su ambulancia. Es que más allá de que el carro sea horrible, es lindo, y sé que saben a qué me refiero. Ese es el poder de un Cadillac, una marca que ha sido el estandarte de la exuberancia en los Estados Unidos, tal y como lo es Rolls Royce en Inglaterra.
Cadillac El Dorado 1965 (Scarface – 1983)
“En esa cosa? Tienes que estar bromeando”, le dice Elvira a Tony cuando él, muy galantemente, pasa a recogerla para una cita. Desgraciadamente las mujeres son algo desagradecidas, incluso con el gran Antonio Montana. El Cadillac de Tony es memorable: su chillón color amarillo y el burdo y agreste tapizado de piel de tigre es el carro soñado por toda persona que quiere cumplir el ‘American Dream’ o ser un traqueto en los años ochenta.
Mustang GT-390 1968 (Bullitt – 1968)
Hace 50 años, en 1965, se lanzó al mundo el primer Ford Mustang de la historia. Una fecha que la marca automotriz fundada por Henry Ford en 1903 nunca olvidará, como tampoco los apasionados por los autos. Este fue el vehículo que popularizó los ‘muscle cars’. Para 1968, Steve McQueen, tal vez uno de los actores más famosos de la historia de Hollywood, se encargó de darle un empujón extra al Mustang con el filme ‘Bullitt’. De hecho, el carro está tan fuertemente metido en la conciencia de las personas que la palabra ‘Mustang’ es la contraseña electrónica número 16 más utilizada.
Aston Martin DB5 (Goldfinger – 1963)
¿Quieren saber qué es elegancia? Bueno, suban a James Bond a un Aston Martin. El carro que Q le entrega a Bond tiene pantalla y vidrios antibalas, ametralladoras, cambiador de matrículas y dos localizadores, los cuales son seguidos desde un radar dentro del vehículo. Fácilmente este carro es el más lindo de toda la lista, más allá de los gadgets propios del 007. Es por eso que en ‘Skyfall’ hubo una bonita escena en la que Daniel Craig conducía su adorado Aston Martin clásico, y que alguna vez pasó por las manos del gran Sean Connery.
Fuente: http://www.enter.co/