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La situación en Brasil no será “maravillosa” en 2016, Rousseff

Publicado por
Aletia Molina

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, admitió hoy que la crisis en que se ha sumergido la economía del país se mantendrá en 2016, por lo que, dice, no puede «garantizar que la situación será maravillosa»

«Espero que la situación mejore en el futuro», dijo la mandataria en entrevistas con dos radios de San Pablo, en referencia a la crisis económica que golpea a su país y que, junto con los escándalos de corrupción que golpean al Estado, llevó su nivel de popularidad a pisos históricos.

«No puedo garantizar que la situación será maravillosa, porque muy probablemente será así», dijo la mandataria, quien reconoció que Brasil «va a seguir teniendo muchas dificultades». «Pero tampoco serán las dificultades extremas que nos pintan», agregó.

Según Rousseff, aún «no se sabe cuál será la repercusión de todo lo que está ocurriendo en la economía internacional» y, en especial, de las turbulencias que afectan a China, que se ha convertido en el principal destino de las exportaciones brasileñas.

Rousseff indicó que la economía brasileña, que está al borde de una recesión y que este año cerrará con una contracción de al menos un 1,5 %, de acuerdo con datos oficiales, «requerirá mucho cuidado» en 2016.

Sin embargo, se manifestó esperanzada en que el plan de ajuste fiscal que ha adoptado su Gobierno, que incluye un fuerte recorte del gasto público y un aumento de la recaudación tributaria, ayudará a minimizar el impacto externo en la economía nacional.

«Las medidas comenzaron a ser implantadas y no tenemos cómo estar peor en el futuro», aseguró la mandataria, quien sostuvo que, pese a la prolongación de la crisis en la economía de Brasil, «tampoco será la dificultad extrema que muchos pronostican».

No obstante, apuntó que «cuando uno tiene dificultades, las tiene que enfrentar y solo el tiempo ayuda a superarlas».

Petrobras, en el que está implicado medio centenar de políticos, en su mayoría de la base oficialista, han arañado la imagen de Rousseff, quien fue reelegida el año pasado pero cuya tasa de aprobación ha caído a mínimos históricos del 8 %.

Como consecuencia de ese clima económico y político, la oposición ha convocado a multitudinarias protestas, como las que el pasado 16 de agosto llevaron a la calle a casi un millón de personas que exigieron la renuncia o destitución de la mandataria.

Fuente: La Nación

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Aletia Molina