El peso mexicano se ha depreciado a un mínimo histórico empujado por el temor a la desaceleración de la economía china y la posible subida de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos. La caída se suma a un annus horríbilis para la divisa mexicana: esta es la ocasión número 16 en que alcanza un mínimo histórico en lo que va de 2015
La fortaleza del dólar frente a la inestabilidad china ha causado que el peso se enfrente a una de las mayores devaluaciones en, por lo menos, los últimos 15 años. La divisa estadounidense se cotiza a 17 pesos mexicanos en las ventanillas. La moneda mexicana ha perdido una cuarta parte del valor que tenía cuando el presidente Enrique Peña Nieto asumió el poder en diciembre de 2012.
Al peso mexicano le esperan más nubarrones de tormenta. El próximo 4 de septiembre se espera que se publique los niveles de empleo de Estados Unidos, con lo que se espera que la Reserva Federal de EE UU (Fed) fije nuevas tasas de interés (que se han mantenido entre un 0% y 0,25% por siete años) el jueves 17 de septiembre. La situación podría aumentar la presión sobre la moneda mexicana. Para entonces, el peso alcanzaría frente al dólar hasta a 17,50 a cambio de la divisa estadounidense, señaló en una conferencia la directora de análisis económico del Banco Base, Gabriella Siller.
A la desaceleración china y la fortaleza del dólar, se suman otros factores como la profundización de la crisis griega y la caída de los precios del petróleo. El peso no ha sido la única moneda latinoamericana que ha salido afectada por la inestabilidad global: el peso chileno ha perdido al menos un 12% de su valor en lo que va del año y el real brasileño un 23%.
Las previsiones de Banco Base, no obstante, señalan que una vez superada la turbulencia que causaría el alza de las tasas de la Fed, el peso podría volver a un valor de 16,60 por dólar a fines de este año. Aunque el pronóstico es reservado. «Hay una expectativa de que el tipo de cambio va a seguir subiendo», afirmó Siller.
El presidente del Banco de México, Agustín Carstens, dijo el miércoles que hará «todo lo posible» para que la inestabilidad económica no aumente la inflación en México, que se encuentra en bajos históricos. Carstens aseguró que está dispuesto a elevar las tasas de interés del Banco central mexicano para evitar presiones en la inflación, empujadas por el desplome del peso. Si la Fed, como se prevé, aumenta sus tasas de interés, se espera que el Banco de México haga lo propio.
La devaluación del peso, opina el analista Víctor Piz en el diario mexicano El Financiero, es un ajuste de la divisa ante la economía mundial y por ese motivo, en esta ocasión, no ha causado alzas de precios y desajuste en los salarios.
La continua inestabilidad, no obstante, sí ha provocado que las empresas situadas en México reaccionen con medidas como evitar la creación de nuevos empleos e incluso barajar recortes de personal, según Pedro Borda, director de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos, consultado por el diario El Universal. El analista advirtió de que esta situación puede aumentar el índice de empleo informal en México. El 53,8% de los mexicanos trabaja en la economía sumergida, según cálculos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Hacienda recorta su previsión de crecimiento para 2015
La volatilidad de los mercados mundiales ha obligado a la secretaría de Hacienda de México a recortar su previsión de crecimiento para este año. De entre un 2,2 y un 3,2% que había calculado antes, ahora se sitúa entre un 2 y un 2,8%.
El recorte se suma al que ya había previsto el Banco de México una semana antes, que es más reservado en cuanto al futuro inmediato de la economía mexicana. El Banco central calcula que México crecerá entre un 1,8 y un 2,5% en 2015. En el segundo trimestre de este año, la economía mexicana aumentó un 2,2%.
El presidente Peña Nieto había anunciado ya una reducción de un 0,7% del gasto público ante la situación, aunque funcionarios de la secretaría de Hacienda han reconocido que el Gobierno a una política de austeridad aún más dura con tal de protegerla de la inestabilidad global.
Fuente: El País