Las notas tienen sus destinatarios y fueron llevadas por ABC a la Policía para que sirvieran como pruebas en la causa
Se comunicó hace semanas y se presentó: «Soy Bryce Williams y quiero enviar información sobre una historia por fax, ¿cuál es el número?». Hablaba desde su apartamento con el front desk de la cadena de noticias ABC News de Estados Unidos. Quien atendió se sorprendió: poca gente pedía enviar algo por fax, la mayoría consulta sobre direcciones de correo electrónico. Pero accedió y le pasó el número de referencia.
Ayer, a las 8.26 (hora local), la máquina de fax tenía 23 páginas a las que (todavía) nadie le prestaba atención. La noticia era otra: dos periodistas habían sido asesinados en vivo en Virginia y la policía buscaba desesperadamente al autor del macabro hecho. Una hora y media después, volvió a llamar. Se presentó con su nombre «artístico» y con su identidad real: Vester Lee Flanagan II. Explicó quién era y quién lo estaba buscando.
También hizo referencia al fax. «MI NOMBRE ES BRYCE WILLIAMS», es el encabezado de la carta que el asesino y exreportero de WDBJ7 envió a la cadena ABC. La nota habría sido escrita en su ordenador e impresa en su apartamento. Pero también hay otras misivas. Una está intitulada: «Nota suicida para Amigos y Familia» y otra más: «CARTA ABIERTA A UN PADRE NEGRO DE UN HIJO NEGRO QUE CRECIÓ EN OAKLAND». Las notas tienen sus destinatarios y fueron llevadas por ABC a la Policía para que sirvieran como pruebas en la causa. En un tramo de ellas, se lee: «¿Por qué lo hice? Hice un depósito para un arma el 19 de junio.
La matanza en la Iglesia de Charleston fue el 17 de junio», es una de las explicaciones que ofrece el asesino. «Lo que me envió a lo más alto fue la matanza de la Iglesia. Y mis balas de punta hueca tienen las iniciales de las víctimas en ellas», añadió. También recordó al asesino de la masacre de Charleston. «¿En cuanto a Dylann Roof? ¡Ustedes (…)! ¿Quieren una guerra racial (…)? ¡¡¡TENGANLA, BLANCOS (…)!!!».
Algunas de las partes de la carta enviada por fax eran ilegibles y aparecían borradas en las páginas recolectadas por ABC. Williams era Testigo de Jehová y dijo que fue Dios quien lo condujo a cometer el doble crimen. En la extensa carta el asesino de los perodistas de WDBJ7 también confesó que antes de cometer el crimen mató a sus dos gatos. Los llevó a un bosque cercano a su vivienda y terminó con sus vidas. En la nota suicida, Williams también nombra al autor de la masacre de Virginia Tech, donde en 2007 fueron asesinadas 33 personas entre profesores y alumnos.»También fui influenciado por Seung Hui Cho. Ese es mi chico. Estuvo cerca de duplicar la cuenta de Eric Harris y Dylann Keblod».
Estos dos últimos fueron los autores de otra matanza en una casa de estudios norteamericana. En esa oportunidad tuvo lugar en el Instituto Columbine, en Colorado. El arma utilizada por Williams fue una pistola Glock 19, similar a la que usó Hui Cho en Virginia Tech. En la carta dirigida a «amigos y familia», Bryce Williams explica algunas de sus motivaciones. Según relató, fue atacado por hombres negros y mujeres blancas; fue atacado por su condición de homosexual y negro; y que sufría de bullying en el trabajo. «Fui a la corte y demandé a WDBJ7. ¡JA!». «Recuerdo un día en particular… dejando el palacio de justicia… la sensación de estar abrumado… confundido… incluso con un poco de miedo. Pero tenía que luchar.
Ellos realmente ‘jodieron’ con mi vida y causaron una cadena terrible de acontecimientos». «Llegué al punto, en esta ocasión, en la que ni siquiera estaba buscando un trabajo. No necesito hacer frente a los matones del trabajo más. ESO es lo que los legisladores deben centrarse. Suena a que estoy enojado. Lo estoy. Y tengo todo el derecho a estarlo. Pero cuando deje esta Tierra la única emoción que quiero sentir es paz…», manifestó Williams. Por último deja algunos datos sobre sus últimos años en lo que revela que tuvo problemas financieros y que debió trabajar como «acompañante masculino» para ganarse la vida. «Estoy orgulloso de ello, hice miles» de dólares. «Sí, estoy jodido en la cabeza», concluyó el asesino.
Fuente: El Heraldo