El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que congelará su canasta referencial de monedas hasta octubre del 2016, dándole a los mercados más tiempo para ajustarse a la posible incorporación del yuan chino como parte de una revisión de las monedas globales de reserva
Pekín flexibilizó los controles oficiales sobre el yuan este mes, permitiendo que su valor cayera marcadamente. El FMI vio el cambio de política como un paso hacia un tipo de cambio más libre, potencialmente allanando el camino para que el yuan se convierta en parte de la canasta referencial.
Sin embargo, la decisión anunciada el miércoles en un comunicado postergó cualquier medida para incluir al yuan.
Pekín -que pretende que su moneda sea tan influyente como el euro, el yen, la libra y el dólar- ha presionado para que se incluya al yuan en la canasta, que determina la mezcla de monedas que países como Grecia reciben como desembolsos del FMI.
Estados Unidos, el país con mayor peso en el FMI, no ha dicho si apoyará la inclusión del yuan. La política monetaria de China ha sido un problema entre ambos países desde que Pekín devaluó el yuan en la década de 1990 desencadenando una oleada de exportaciones hacia Estados Unidos.
La devaluación de este mes podría ayudar a la desacelerada economía de China, pero causó indignación en Estados Unidos.
Para ser incluido en la canasta, el FMI debe decidir si el yuan es de «uso libre», o utilizada ampliamente para realizar pagos internacionales y comercializada en mercados de divisas internacionales.
Un reporte del FMI divulgado este mes, que recomendó extender la canasta, mostró que pese a que la moneda es usada cada vez más en transacciones transfronterizas y en Asia, es apenas comercializada en América del Norte y no es común en los títulos de deuda internacional.
Fuente: El Financiero