¿Qué diría usted si le aumentan el IVA al 17% y le regresan el 3%, siempre y cuando exija la factura de sus compras?
¿Qué diría usted si ese dinero se lo reembolsan inmediatamente a una cuenta fiscal no auditable?
¿Qué diría usted si se alienta la inversión con mayores incentivos?
¿Qué diría usted si Hacienda permite más gastos deducibles?
Antes de la llegada del presupuesto para 2016, la semana entrante, el PRI desempolvará una iniciativa del Senado que lleva cinco años congelada en la Cámara de Diputados, en la cual se propone reformar la reforma fiscal ante el agobio nacional. (Es el mismo plan que los panistas le batearon en su tiempo a Manlio Fabio Beltrones).
¿Por qué todo esto?
–Porque la situación económica ya no aguanta más.
–Porque el Congreso está obligado a escuchar la voz de los desesperados; relajar la mano férrea del secretario Luis Videgaray que aprieta… y ahorca. La deshidratación de la economía amenaza a las tesorerías de empresas y comercios… y al bolsillo del ciudadano de a pie.
–Porque el PRI-gobierno –recargado con Beltrones– está empeñado encabezar la cruzada salvadora para revertir las criticas por tan malos resultados… y –por cierto– para evitarse las molestias de perder el poder.
–Porque urge reactivar el mercado interno en agonía… y calmar las ansias populistas.
–Porque la estrategia tributaria –vigente desde hace dos años–, diseñada para llenar las alforjas del Estado ha caducado frente al contagio de una pandemia global marcada por la convulsión, el estancamiento, la incertidumbre y el desplome de los precios petroleros.
–Porque se trata de quitar el freno de mano a la Secretaría de Hacienda para sacar a la economía del atasco, conseguir recursos frescos a favor de la inversión y el consumo… y hacer que los pesos rueden y el país crezca –otra vez– por arriba del 2 por ciento.
Si el PRI-gobierno no endereza de rumbo económico, pagará en las urnas el saldo de la inmovilidad reclamado por los partidos opositores que ya se aprestan a pelear la contrarreforma fiscal.
El tema del dinero y la reactivación del crecimiento es –sin duda– un asunto de responsabilidad, pero también parte importante del ajedrez político que ya se juega con miras a 2018.
EL MONJE LOCO: Mañana, César Camacho pondrá a tiempo sus relojes para evitar más relajos; el mexiquense será designado pastor de la iglesia priista en la Cámara de Diputados. También fue decisión “de arriba”. Enrique Jackson, Ivonne Ortega y Ana Lilia Herrera nada más comieron ansias.