“Buddy, Buddy, Buddy”, comenzó el llamado del público. Al estilo de un rockstar, el Cake Boss provocó el griterio de un público diverso que iba desde mujeres de todo tipo (amas de casa, mamás, jóvenes), niños y hasta padres que ya entrados en calor también se unieron al rudiero colectivo
“Hola México, cuando estuve en el escenario es uno de esos momentos en tu vida, que dices: ‘pellizcame, ¿esto es real?, van a hacerme llorar’”, dijo ante cuatro mil personas.
Luego de la reacción del público, el empresario considera abrir una pastelería en la ciudad de México. También informó que está grabando la segunda temporada de El Desafío de Buddy Latinoamérica.
“Quiero que sepan que siento lo mucho que me aman y quiero que sepan que es recíproco”, dijo y comenzó a repartir besos.
Durante su visita en México el pastelero dijo que se siente agradecido por hacer lo que tanto le gusta: “Cuando estoy con los fans y recibiendo todo el cariño de ellos, pienso en mi papá y en lo orgulloso que estaría de ver todo lo que hemos logrado”, explicó durante la conferencia de prensa.
Con su tradicional filipina blanca y brazaletes de oro, el también chef reconoció que es una persona normal sin extravagantes peticiones, ni exigencias de ningún tipo.
Desde 2009, el pastelero y su familia encontraron una oportunidad en la televisión y con siete temporadas al aire de Cake Boss, Valastro asegura que sigue haciendo esto por la satisfacción de ser el héroe de algunos niños.
“Cuando un pequeño de ocho años se asombra con lo que haces y eres su héroe es increíble”, agregó.
El show Cake Boss se ve en más de 200 países a través de la señal de Discovery Channel, TLC y Discovery Home and Health.
Durante la convivencia con sus fanáticos, el repostero decoró pasteles ante la mirada curiosa y atenta de los niños y adultos que se declararon asombrados de su sencillez. Ahí mismo, tuvo la oportunidad de confesar que le gustaría hacer un pastel para el papa Francisco de quien tiene una buena imagen.
Fuente: El Universal