Se reencuentran a escasos metros del incidente de ayer y todo termina con un apretón de manos.
Usain Bolt se las arregló una vez más para adjudicarse su dosis de protagonismo en el Mundial de Atletismo.
El astro jamaiquino, que recibió al inicio de la sesión de hoy la medalla de oro de los 200 metros ganada el día anterior, se topó también de nuevo con el camarógrafo motorizado que lo arrolló aparatosamente tras la prueba, y escenificó su recurrente lema del campeonato. Básicamente, que todo anda bien.
Reencontrados a escasos metros de su cómico y ya célebre incidente, los accidentados encajaron manos, y el operario obsequió a Bolt una pulsera.
Fuente: Excélsior
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