Residentes de la localidad ucrania sobre la que fue derribado un avión malasio con 298 personas a bordo recordaron el viernes el primer aniversario de la tragedia con una procesión hasta el lugar del siniestro, mientras que el primer ministro Australiano recordó la “brutalidad” del incidente al descubrir una placa en Canberra colocada sobre tierra del lugar donde cayó la aeronave
Las dos ceremonias coinciden con una escalada en la guerra verbal sobre quien fue el responsable de destruir el vuelo 17 de Malaysia Airlines cuando cubría el trayecto entre Ámsterdam y Kuala Lumpur el 17 de julio de 2014.
Autoridades ucranianas y occidentales dicen que el avión fue derribado por un misil disparado por los rebeldes o por las tropas rusas que supuestamente les respaldan.
Los rebeldes y Moscú sostienen que fue alcanzado por un avión de guerra ucraniano o un misil disparado por tropas de Kiev.
En Hrabove, unos 200 residentes que portaban flores se reunieron en una iglesia para una ceremonia de recuerdo tras la que marcharon hacia el lugar del siniestro, en unos campos cercanos. El acto está organizado por líderes locales y los rebeldes separatistas pro rusos que controlan la zona.
En Canberra, el primer ministro australiano, Tony Abbott, honró a los 38 ciudadanos y residentes permanentes australianos que viajaban en el avión al descubrir una placa colocada sobre tierra que un agente de policía llevó desde Ucrania.
Australia, Bélgica, Malasia, Holanda y Ucrania han pedido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que establezca una corte penal internacional para perseguir a los responsables de derribar el avión.
Rusia, que tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad, se opone a la creación de un tribunal. El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el jueves que habilitar una institución así no tendría sentido ya que la investigación continua.
Fuente: El Diario de Yucatán