Los pobres consumen más bebidas endulzadas, pese al impuesto; sin instalar bebederos públicos, como ordenó el Congreso.
Unos ocho mil millones de pesos recaudó la Hacienda pública en el primer cuatrimestre, por concepto del Impuesto Especial a la Producción y Servicios (IEPS) a los refrescos, lo que refleja un incremento de tres mil millones de pesos, respecto del mismo periodo de 2014, reportaron analistas en reunión de trabajo en el Senado.
Derivado de la reforma fiscal, el impuesto a los refrescos representa un ingreso hacendario por 13 mil millones de pesos, y su aplicación está vinculada a mandatos del Congreso en la legislación para que se instalen bebederos de agua potable en escuelas y otros lugares públicos.
Alimentos chatarra, esto es, de alto contenido calórico también están sujetos al IEPS, y representan uso 12 mil millones de pesos, en la recaudación del año pasado, con los cual este segmento de tributos suma 25 mil millones de pesos.
A nivel internacional el impuesto a productos con alto contenido calórico tiene el propósito de abatir las enfermedades de obesidad, sobre peso y diabetes, al desalentar el consumo de refrescos, pastelillos, dulces y una amplia gama de alimentos y bebidas.
En los trabajos de la Comisión Especial para el Análisis y Seguimiento de las Finanzas Públicas del Senado, el presidente de Comunidad Mexicana de Gestión Pública para Resultados, Gabriel Farfán Mares, dijo que se tienen disponibles informes que se contraponen sobre el consumo de bebidas y alimentos azucarados.
Fuente: El Universal