Decenas de miles de paraguayos compartieron la emoción de ver al papa Francisco, codo con codo, con sus vecinos argentinos, quienes llegaron al santuario de la Virgen de Caacupé muy venerada por los fieles de ambos países.
El santuario se encuentra a sólo 70 kilómetros de la frontera con Argentina y muchos compatriotas del papa decidieron que mientras fija una fecha para visitar su patria, se acercarían ellos a saludarle.
Por ello, cientos de argentinos con sus banderas albicelestes invadieron las callejuelas de Caacupé y asistieron junto a los paraguayos a una emocionante misa, también para el papa, que siempre ha hablado de su veneración por esta virgen «de los milagros».
Francisco, muy unido en su época de arzobispo a los inmigrantes paraguayos que llegaban a Argentina en búsqueda de una vida mejor y que residían en las llamadas «Villas Miseria», hizo construir capillas dedicadas a la Virgen de Caacupé y también una iglesia en Buenos Aires.
Han llegado de varias ciudades argentinas como Mendoza, Misiones, Córdoba, Rosario, Santa Fe y son los que «más hacen lío», como pidió el papa Bergoglio en una ocasión, con coros, cantos y enarbolando la bandera albiceleste.
Fuente: Milenio