Si bien la embarazada debe llevar una alimentación saludable y controlada, no debe hacer cambios muy bruscos en la cantidad de ingesta. Limitar el consumo de calorías con el propósito de perder peso puede ser perjudicial para el bebé
Cuando la mujer queda embarazada, su alimentación no varía mucho respecto a las otras personas, pero sí hay algunas cuestiones a tener en cuenta:
– Se debe controlar la cantidad de pescado de mar que se consume, no más de dos veces por semana por su alto contenido de mercurio. Si bien la población en general también debería hacerlo, en la embarazada el cuidado debe ser mayor por el riesgo de intoxicación del bebé. El mercurio se deposita en el tejido y tarda bastante en eliminarse.
– Debe haber una ingesta adecuada de frutas y verduras para poder incorporar las vitaminas y minerales que necesita.
– Carnes y lácteos descremados: Se aumenta la ingesta para un correcto aporte de hierro, calcio y vitaminas.
– Incorporación de calcio: Puede ser de origen vegetal o de origen animal. Si la paciente tiene una alimentación variada, se busca el calcio en la leche, el yogur y el queso. Pero si la embarazada es vegana se busca incorporar el calcio a través de los alimentos vegetales.
– Edulcorantes: Si bien en bajas dosis no son dañinos, hay que tener precaución. En el bebé que se está formando, al ser tan chiquito, cualquier dosis puede ser peligrosa. Hay algunos edulcorantes como la estevia o la sucralosa, que están más indicados en el caso que la embarazada tenga que usarlos.
– Cero alcohol: Si bien, si se toma una pequeña cantidad no va a ser significativo para todo el desarrollo del bebé, las principales afecciones están dadas en mamás que son alcohólicas, ante la duda y el potencial riesgo, no se recomienda. Al igual que el fumar. En el caso de las personas que tienen alguna adicción al alcohol o cigarrillo se les deja un margen de aceptación porque el estrés que les genera dejarlos por completo, puede ser más contraproducente. Nunca se indica, pero a veces se permite.
– Veganos: Si el paciente lleva bien adelante su alimentación, no hay complicaciones, pero hay que controlar la vitamina B12 que suele estar en carencia en los veganos y se suele suplementar con alimentos fortificados o suplementos que se consiguen en farmacias.
– Las carnes y huevos deben estar siempre bien cocidos y las frutas y verduras bien lavadas, controlar la caducidad de los alimentos refrigerados y evitar los productos artesanales de procedencia dudosa (embutidos, conservas caseras) para evitar microorganismos patógenos.
– Lactancia: Si la mamá no se alimenta bien en la lactancia, al igual que en el embarazo, puede tener carencias de nutrientes. Formar la leche tiene un gasto de energía alto, también de líquido. Por eso las madres tienen mucha sed en ese período. Si se acompaña con una alimentación normal, la madre desciende de peso, si se alimenta de más, va a mantener ese exceso de peso que le quedó del embarazo.
Fuente: http://www.rosario3.com/