En diversas calles de la zona se ubican los policías capitalinos para evitar el regreso de los llamados «toreros»
El Gobierno del Distrito Federal continúa con el operativo para evitar el retorno de los vendedores ambulantes quienes intentan invadir las calles del Centro Histórico. Más de mil elementos policiacos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) están desplegados en diversas arterias para preservar los espacios que garanticen la movilidad peatonal y vehicular.
Las calles con mayor presencia de los uniformados son las del Perímetro A: avenida Juárez, el Carmen, Correo Mayor, Moneda, Pino Suárez, 20 de Noviembre, 5 de Febrero, Madero, República de Brasil y Tacuba.
La actividad de estos vendedores callejeros que se caracteriza por el tendido que hacen sobre el piso de mantas donde ofrecen todo tipo de mercancías entre las miles de personas que tratan de caminar por los estrechos espacios que dejan sobre las banquetas del Centro Histórico, comienza a darse después de las 11:00 horas.
Entre los vendedores callejeros hay quienes que se dedican a cuidarlos, apoyados con equipos de radio comunicación, se instalan en determinados lugares estratégicos, sobre todo en las esquinas y encima de jardineras así como de casetas telefónicas, y a base de silbidos, alertan a los demás «toreros» de la proximidad de las camionetas de la policía capitalina e inspectores de la vía pública de la delegación Cuauhtémoc.
La actividad comercial no se va afectada con la presencia de los elementos policiacos, quienes además, apoyados con grúas, retiran vehículos estacionados en zonas prohibidas, dando fluidez a las vialidades.
Los comerciantes formalmente establecidos en el Centro Histórico exigen a las autoridades capitalinas el retiro de los vendedores callejeros, ya que cuando invaden las banquetas y hasta un carril del arroyo vehicular, tapan la entrada de sus establecimientos, ocasionando una disminución considerable en sus ventas, llegando hasta un 80 por ciento de pérdidas, y algunos de ellos se han visto obligados a cerrar sus locales ante los gastos fijos que tienen que enfrentar como son: renta, suministro de energía eléctrica y de agua, sueldos de empleados, el pago del contador, cuotas al Seguro Social e impuestos locales y federales, entre otros, lo que los ambulantes no lo hacen.
Fuente: Excélsior