El organismo eleva sus previsiones para el crudo en cuatro dólares el barril hasta los 57 dólares para 2015 por el repunte de la demanda en el segundo trimestre pero advierte que la cotización «seguirá baja a medio plazo» mientras la OPEP no limite la producción
El repunte del precio del petróleo de un 17% en el segundo trimestre ha obligado al Banco Mundial a revisar su cuadro de expectativas para las materias primas. Sin embargo, ha elevado sus previsiones para el crudo de manera marginal que apenas cambia su escenario. El alza en el petróleo fue compensada por el descenso en los precios del gas natural y el carbón, detalla en su último informe. El banco espera que los precios de la energía se ubiquen en promedio en un 39% por debajo del nivel de 2014, de acuerdo con la actualización trimestral del banco sobre el estado de los mercados internacionales de materias primas.
Se espera que el precio del gas natural baje en los tres mercados principales, incluyendo Estados Unidos, Europa y Asia. Es probable que el precio del carbón baje 17%. Excluyendo la energía, el Banco Mundial informó sobre una baja de dos por ciento en los precios durante el trimestre y pronostica que los precios no relacionados con la energía se ubicarán este año en promedio en un 12% por debajo de los niveles de 2014
«La demanda de petróleo crudo fue más alta de lo que se esperaba en el segundo trimestre. A pesar el incremento marginal en el pronóstico sobre precios para 2015, grandes inventarios y una producción creciente de los miembros de la OPEP indican que es probable que los precios sigan siendo débiles en el mediano plazo», dijo John Baffes, economista y principal autor del informe.
Los expertos del banco aluden al acuerdo nuclear con Irán como otro factor para que se mantengan los actuales niveles en caso de ser ratificado.
En una sección especial que evalúa los papeles desempeñados por China e India en el consumo global de materias primas, el informe encontró que en las últimas dos décadas, la demanda de China y en menor grado la de India elevaron de manera significativa la demanda global de metales y energía, sobre todo carbón, aunque resultó menor en cuanto a productos alimentarios.
Fuente: http://www.dirigentesdigital.com/