Los primeros indicios apuntan a un atentado suicida con el sello del Estado Islámico
Al menos 30 personas han muerto y un centenar han sido ingresadas en hospitales con heridas de diversa consideración tras un atentado suicida en un centro cultural de la localidad turca de Suruç, fronteriza con Siria, según han informado fuentes oficiales a la agencia France Presse. Otras fuentes consultadas por este diario elevan el número de heridos a «160 o 170». Fuentes del Ministerio de Interior turco citadas por medios locales consideran que el ataque es obra del Estado Islámico o de alguna organización vinculada.
La explosión se ha producido en el patio del centro cultural Amara, perteneciente al Ayuntamiento de Suruç, durante una rueda de prensa que había congregado a unas 300 personas, «en su mayoría jóvenes en edad universitaria», ha explicado un portavoz municipal. Los chavales habían acudido a Suruç para participar en un campamento de verano organizado por la Federación de Asociaciones Juveniles Socialistas (SGDF) que pretendía cruzar la frontera siria para entregar ayuda humanitaria y juguetes en Kobane, en un esfuerzo por ayudar a la reconstrucción de la ciudad kurdo-siria, arrasada tras meses de asedio y ataques del Estado Islámico (EI).
Aunque todavía no ha habido un posicionamiento oficial, tanto fuentes del Ministerio de Interior turco citadas por diversos medios como los vecinos de Suruç consideran que el ataque es obra del EI o de alguna organización vinculada, en castigo por las derrotas sufridas en Siria a manos de los combatientes kurdos. Además, subrayan la premeditación del ataque por los actos que tienen lugar estos días en la localidad. Según algunos testigos presenciales citados por la prensa turca, el atentado —uno de los más graves sufridos en la historia de Turquía— fue cometido por un o una terrorista suicida, un punto que confirmó la delegación provincial del Gobierno.
Las Fuerzas Armadas de Turquía han reforzado su vigilancia de la frontera con Siria, instalando misiles y artillería pesada, en un momento en que, además, el grupo armado kurdo PKK —hermanado con las YPG kurdo-sikrias— ha dado muestras de abandonar su tregua, retomando ataques contra instalaciones públicas y militares.
Fuente: El País