Si ya estás decidido a hacerte de este auto histórico, entonces es conveniente que sepas que será subastado en un evento paralelo al Concours d’Elegance de Pebble Beach, el próximo mes de agosto
Difícil imaginar que el Papa Juan Pablo II, uno de los más admirados y queridos Pontífices de la historia se pasee en un vehículo que no sea un Range Rover o un Mercedes-Benz blindado. No, definitivamente un Ferrari Enzo es un auto que no podríamos relacionar con tan famoso personaje.
Y para que todo quede claro como el agua, Karol Wojtyla no fue quien compró este bólido italiano, fue la propia marca Ferrari quien se lo regaló hace ya algunos años y de hecho se dice que el Sumo Pontífice nunca lo llegó a conducir, por lo que estamos hablando de un deportivo que tiene sólo 180 kilómetros en el odómetro.
Este auto tan especial será subastado por Sotheby´s y RM Auctions, cuyos representantes aseguran que este auto que cuenta con más de diez años de antigüedad se convertirá en una de las piezas más deseadas por los asistentes a la subasta.
Cuenta la historia que luego del regalo, el Enzo fue a parar a una bodega del Vaticano, donde permaneció por muchos años. Posterior al fallecimiento del Sumo Pontífice y a la ascensión de Benedicto XVI, la Santa Sede decidió vender el auto.
Fue en el año 2005 cuando un coleccionista estadounidense adquirió el auto por 1.1 millones de dólares, los cuales fueron destinados a promover las causas humanitarias creadas por Benedicto XVI. Desde entonces, el Ferrari Enzo de Juan Pablo II ha estado en colecciones privadas e incluso en la agencia Ferrari of Central Florida, donde fue a parar a finales de 2014 para labores de mantenimiento.
Una de las razones por la cual este Ferrari Enzo es muy especial, es porque se trata de un vehículo marcado con el número 400. Dicho en otras palabras se trata del último Enzo fabricado por la marca de Maranello, claro, si hacemos caso a la historia de que sólo se construyeron 399 unidades.
Este Ferrari Enzo cuenta con asientos Daytona, una placa con la firma de Luca Di de Montezemolo y la bendición de Juan Pablo II en el motor, la cual, por si te lo estabas preguntando, no sustituye a la póliza del seguro.
Fuente: Motorpasión