El atleta paralímpico sudafricano Oscar Pistorius, condenado a cinco años de cárcel por matar a su novia en 2013, saldrá de prisión el 21 de agosto, pero su juicio será examinado en apelación en noviembre, con riesgo de una sentencia más dura

En una primera etapa, precisó a la AFP Zach Modise, jefe de la administración penitenciaria, Pistorius estará bajo arresto domiciliario con solamente una hora de libertad diaria. Si todo marcha bien, el tiempo de libertad cotidiana será aumentado progresivamente.

Para justificar esta liberación rápida, este responsable recordó que «los textos que rigen su condena prevén que purgue obligatoriamente entre rejas al menos una sexta parte de su condena».

Condenado el 21 de octubre pasado, habrá pasado diez meses en la cárcel, el tiempo mínimo estrictamente indispensable. De ahí hasta el final de su condena de cinco años estará en régimen de libertad vigilada.

June Steenkamp, la madre de la joven modelo muerta por Pistorius, deploró una vez más públicamente esta liberación anticipada.

«Diez meses por haber asesinado a alquien, simplemente no es suficiente», declaró en un comunicado.

No obstante, la pena podría ser modificada tras la apelación de la parte acusatoria.

El juicio sólo puede ser revisado sobre la base del derecho y no en cuanto el fondo del mismo. Se trata de un proceso escrito, sin que haya una nueva convocatoria a testigos. Este proceso en Sudáfrica se asemeja al recurso de casación en otras jurisprudencias.

La modelo Reeva Steenkamp tenía 29 años cuando el atleta paralímpico sudafricano la mató disparando cuatro balas contra la puerta del cuarto de baño durante la noche de San Valentín de 2013.

Pistorius siempre ha alegado que fue un accidente y que confundió a su novia con un ladrón, una versión que el tribunal de primera instancia que lo condenó por «homicidio involuntario» dijo no tener suficientes elementos para poder descartar.

La fiscalía considera, sin embargo, que la ley fue mal interpretada y que Pistorius tendría que haber sido condenado por «asesinato», castigado con una pena más dura, sobre todo después de reconocer que pensaba que había un ser humano detrás de la puerta sobre la que vació el cargador de su arma.

La cuestión es saber si el atleta era consciente de que podía matar a alguien o si, por el contrario, la jueza tuvo razón en septiembre de 2014 al decidir que simplemente obró con «negligencia».

Fuente: El Diario.Mx