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Otra vez los agarraron desprevenidos

Publicado por
José Cárdenas

Colaboración de Juan María Naveja

De aquí al 2018 vienen pruebas que parecen definitivas para las candidaturas independientes.

 

A los partidos políticos en México les pasa lo que a la selección brasileña de futbol: no saben que los tiempos cambiaron, quieren jugar a lo de siempre y como siempre.

La historia del 7 de junio parece un déjà vu de 1988, cuando la gente se dio cuenta de que podía votar contra el PRI y por primera vez en la historia la Cámara de Diputados sintió el peso de la oposición producto de la voluntad ciudadana que en las urnas mandó un mensaje de hartazgo que al tiempo significó el réquiem del partido absoluto.

Los ciudadanos mandaron un mensaje que dio paso a nuevas expresiones como las candidaturas de los “sin partido”, volvieron a poner en entredicho las encuestas, rechazaron la propuesta del voto nulo, ignoraron a los grandes medios de comunicación y en contraposición se expresaron abiertamente por las redes sociales; seguramente menos de lo que muchos creen, porque si bien es cierto que es innegable la penetración y participación que están logrando, aún predomina la influencia de la televisión como el medio dominante.

El asunto es que los partidos de nueva cuenta perdieron contacto con la realidad, particularmente los tres grandes que jugaron a lo de siempre. Sin duda en Nuevo León se produjo el golpe más fuerte sobre quienes crearon una ley que presuponía que con requisitos complejos y limitando recursos frenaría expresiones independientes.

Jaime Rodríguez Calderón El Bronco debió conseguir 400,000 firmas para poder registrar su candidatura a la gubernatura. Lo que no entendieron es que en el proceso para obtenerlas construyó la primera fase de su campaña. El Bronco, conocedor del manejo territorial por sus más de 30 años en organizaciones campesinas del PRI en todo el país, supo trazar la estrategia, desdeñó las ofertas de partidos como el del Trabajo y Movimiento Ciudadano, que le ofrecieron la candidatura. El colmo es que hay quienes ahora sostienen, sin sustento, que fueron los empresarios de Nuevo León, en particular FEMSA, los que apuntalaron la campaña de Rodríguez Calderón, que sin duda lo hicieron, como también apoyaron a los aspirantes del PRI y del PAN.

El fenómeno de El Bronco y el de otros candidatos sin partido pasa por el desencanto de los ciudadanos con un gobierno como el de Peña Nieto que hace tiempo se desdibujó hasta la ignominia, con la frustración porque la transición panista no fue lo que se esperaba y en el caso de los partidos no hay uno que se salve de temas como la corrupción y los excesos.

De aquí al 2018 vienen pruebas que parecen definitivas para las candidaturas independientes o de políticos sin partido. Aún tendremos que ubicar a los aspirantes en su justa dimensión; de lo que no cabe duda es que veremos a varios buscar por la libre el voto por alcaldías, diputaciones locales, gubernaturas y dentro de tres años, no tenga duda, habrá por primera vez uno o dos aspirantes sin la estructura partidista; entonces sabremos si los independientes llegaron para quedarse o fueron una moda pasajera.

jnaveja@hotmail.com

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José Cárdenas

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