Los líderes de Alemania y Francia ofrecieron liberar miles de millones en asistencia congelada este viernes, en un intento de última hora para convencer al primer ministro griego Alexis Tsipras de que acepte unas disputadas reformas de pensiones a cambio de llenar las arcas de Atenas hasta noviembre
La respuesta del líder de izquierda, de acuerdo con un responsable griego, fue que él no podía entender por qué los acreedores de su país buscaban imponer condiciones tan duras a cambio de dinero para evitar el default inminente y un daño a la zona euro.
La canciller Angela Merkel y el presidente Francois Hollande, cuyos países son los principales acreedores de Atenas, sostuvieron un encuentro privado de 45 minutos con Tsipras antes de la sesión final de una cumbre de la Unión Europea en la que analizaron los detalles del eventual financiamiento inmediato para Grecia si firma el acuerdo.
Grecia podría contar con 15 mil 500 millones de euros en financiamiento de la UE y el FMI en cuatro desembolsos para que llegue hasta fines de noviembre, incluyendo mil 800 millones de euros para el martes, tan pronto como el parlamento en Atenas apruebe el plan. El total es ligeramente superior a lo que Grecia necesita para atender su deuda en los próximos seis meses, pero no contiene nuevos fondos.
Plan de rescate “no puede ser aceptado”: Grecia
El plan de rescate propuesto a Grecia por los acreedores a cambio de reformas y medidas presupuestarias «no puede ser aceptado» porque contiene medidas «recesivas» y un programa de financiación «totalmente insuficiente», indicó una fuente gubernamental griega.
La oferta, prevé la prolongación por cinco meses del programa de ayuda del que se beneficia Grecia y un paquete de por lo menos 12 mil millones de euros a suministrar en cuatro entregas hasta noviembre, fue hecha por los europeos y el FMI.
Dicha ayuda pretendía suministrar a Atenas, mil 800 millones de euros de urgencia, para evitar el impago el 30 de junio, fecha en la que Grecia debe reembolsar un préstamo de mil 500 millones al Fondo Monetario Internacional.
Fuente: La Jornada