El control prenatal y llevar un embarazo sano, puede contribuir a disminuir las cesáreas y con ello reducir el riesgo a presentar acretismo placentario, primera causa de hemorragia obstétrica pone en riesgo la vida del binomio madre-hijo
Esta anomalía se presenta cuando existe una filtración de la placenta en el útero, lo que se traduce en una especie de «invasión» que puede complicar severamente el alumbramiento.
Especialistas del IMSS, indican que el haber tenido cesáreas previas, predispone a la mujer a presentar el acretismo placentario total o parcial, toda vez que se producen cicatrices postcesárea que se adhieren a la pared uterina en un siguiente embarazo.
Aunque son pocos los casos presentados en el Hospital General de Zona No. 42 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, se tiene una intervención oportuna.
El acretismo, indicaron, es una condición que puede ser detectada previo al parto, mediante un control prenatal que incluya la realización de ultrasonidos y la identificación de datos clínicos como las cesáreas previas en pacientes que no son primigestas.
Con la finalidad de prevenir la mortalidad materno-ianfantil, el jefe de Gineco-Obstetricia del hospital, Lucio Chavoya Gama indicó que se busca disminuir la práctica de las cesáreas en el nosocomio.
Actualmente los alumbramientos se resuelven en el 30% por vía cesárea y el 70% por vía vaginal en pacientes primigestas, anteriormente la cifra de cesáreas ascendía al 52%.
En el aspecto preventivo destaca que un embarazo saludable puede contribuir a disminuir la posibilidad de que la paciente tenga a su bebé por medio de cesárea privilegiando la opción del parto vaginal, en la medida que sea posible.
Fuente: OEM