Integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero irrumpieron en la sede del PRI en Chilpancingo, sacaron papelería del lugar y la quemaron en las escaleras.

Con el rostro cubierto, decenas de personas ingresaron el inmueble que se encontraba vacío.

Sacaron pendones y muebles de plástico y los quemaron.

En las paredes realizaron pintas y a los pocos minutos continuaron su paso rumbo al zócalo de la ciudad capital, donde se espera realicen un mitin.

Los manifestantes rompieron la malla de seguridad y se introdujeron a las oficinas que albergan la Confederación Nacional Campesina, además del auditorio José Francisco Ruiz Massieu.

Con un trascabo derribaron el busto del ex presidente Plutarco Elías Calles, fundador del PRI y llamaron a la población a no permitir el desarrollo de las elecciones del próximo domingo.

Cuando se retiraron los manifestantes, policías federales y estatales ingresaron al inmueble para resguardarlo y apagar las llamas.

Los integrantes de la CETEG llegaron al Congreso del estado donde realizan una protesta en el exterior. No se descarta que intenten ingresar.

También tomaron radios privadas de esta capital para exigir a la población que no vote en los comicios del próximo domingo.

Los maestros disidentes llegaron a las radios que se encuentran en el andador Zapata, del centro de esta ciudad a las 15:30 horas, donde tomaron los micrófonos para pedir a la población que se sume a su lucha que es la localización con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, víctimas de desaparición forzada desde septiembre de 2014.

Acusaron al gobernador interino, Rogelio Ortega, de usar la «fuerza represiva» al traer tanquetas y metralletas de alto calibre para militarizar al estado.

Los cetegistas también se manifestaron en contra de la reforma educativa, la laboral y la energética, y urgieron a diputados y senadores a no que intenten reactivar la evaluación educativa.

Fuente: Milenio

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