No hay pruebas que demuestren que José Luis Abarca haya ordenado el ataque
Pablo Gómez, representante del PRD ante el INE y coordinador de un grupo de perredistas al que se le encomendó realizar un informe sobre el caso Ayotzinapa, afirmó que la Procuraduría General de la República (PGR) no cuenta con una sola prueba para demostrar que José Luis Abarca, expresidente municipal de Iguala, Guerrero, hoy en la cárcel, haya ordenado el ataque a los normalistas la noche del 26 de septiembre pasado.
En entrevista, Gómez Álvarez aseguró que el informe que presentará a la dirigencia de su partido ya está listo y que esta misma semana será entregado.
-¿Cómo se armó la averiguación previa, sin su declaración?
Porque la averiguación previa la hizo la Procuraduría General de la República, pero tampoco declaró ahí. Ahora, no se necesita el testimonio de un inculpado para hacer una averiguación previa.
-Pero, ¿cómo está esa averiguación?
Por lo que dice la PGR, por lo que ha dicho públicamente, está patética. (El exprocurador Jesús) Murillo Karam se fue de ahí y nos dejó la víbora chillando, no resolvió nada y dejó todo muy endeble.
-Eso puede explicar el amparo a María de los Ángeles Pineda?
Claro. Son jueces de consigna, que de todas maneras te tienen en la cárcel, pero no hay elementos contra Abarca, nada… bueno, contra Abarca por omisiones, es muy fácil, él era el jefe de la policía, aunque no fuera el jefe operativo, la Constitución dice que él es el jefe, pero fuera de eso, no hay nada. No averiguó Murillo, no averiguó lo que no quería averiguar, que es el fenómeno de la infiltración del llamado crimen organizado dentro del estado. Eso es lo que no quieren averiguar, no quieren entrar en detalles. Antes de lo de Ayotzinapa, allá en Iguala habían matado al síndico que se encargaba de las cuestiones administrativas del ayuntamiento, que estaba conformado por una mayoría perredista, todo ellos eran militantes del partido desde hace muchos años, excepto Abarca. Abarca es un güey que llegó de la nada a la presidencia municipal.
Fuente: El Financiero