«Fue una salvajada, nuestros familiares están irreconocibles, comenta una de las señoras que espera la entrega del cuerpo de su familiar que fue muerto durante el operativo de las fuerzas armadas.
La mayoría de los autos que se observan en el Semefo tiene placas de Jalisco, y es que de acuerdo con los testimonios la mayoría de los fallecidos eran de Ocotlán.
El asesor de los familiares, quien por cuestiones de seguridad omitió su nombre, dijo que en un principio tuvieron algunos problemas para la entrega de los cuerpos, pero la intervención de derechos humanos ayudó al trámite.
«Hubo manipulación en los cuerpos y así como sucedieron los hechos, se observa que no fue un tiroteo sino algo muy a sangre fría», asegura.