Alejandro Yescas Hernández, conductor de otro tren de Metro, que estaba cerca de la estación Oceanía, escuchó cuando Fernando Rosales solicitó el corte de energía, detalló en entrevista para Radio Fórmula.
Yo me detengo, siguió su narración, para que mí tren no se fuera hasta la pendiente y pudiera provocar un accidente en caso de que tardaran en reiniciar la corriente.
El conductor agregó que cuando salió de la estación Oceanía y se encontraba en la vía contraria el tren que era conducido por Rodrigo Pascual, ya había avanzado.
Falta de comunicación entre los choferes y el centro de control del Metro, fallas en el limpiaparabrisas de uno de los trenes y un hoyo en el techo de una estación impidieron que los operadores de los dos convoyes que chocaron en la estación Oceanía pudieran evitar el accidente.
Rodrigo Pascual y Fernando Rosales contaron, en entrevista para Grupo Fórmula, como estas circunstancias les impidieron evitar el choque.
«Al salir de la estación Oceanía y avanzar, como a 80 metros alcancé a visualizar una como lámina que bloqueaba la vía. Entonces apliqué frenado para evitar dañar el tren y avisé para solicitar corte de corriente, pero no recibí respuesta», dijo Pascual, operador del tren que fue impactado el pasado 4 de mayo.
Explicó que en la terminal Pantitlán hay un pizarrón donde el centro de control le avisa a los choferes sobre las fallas en la línea. Desde un día antes del accidente, ahí estaba indicada una falla en la comunicación con el Puesto Central de Control (PCC).
Fuente: Milenio
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