Este aumento de la contaminación acústica en los núcleos urbanos ha dejado como resultado oídos dañados en jóvenes
El uso de audífonos, ya sea para escuchar música o para realizar un trabajo, puede dañar el área auditiva de forma irreversible, si es que no se modera el volumen o si se usa por periodos prolongados.
Coral García Serrano, otorrinolaringóloga del Hospital General Regional No. 36 ‘San Alejandro’, del IMSS Puebla, dijo que el escuchar música con volumen alto puede desencadenar un trauma acústico, una lesión que genera cierto grado de sordera que no puede recuperarse por completo, por lo que el daño se torna permanente.
La especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) explicó que si se escucha música a 85 decibeles durante más de ocho horas seguidas, se puede presentar un trauma acústico irreversible, y si se escucha un sonido a 140 decibeles, en cuestión de minutos se presenta un daño irreversible en la parte interna del oído.
Los auriculares que se colocan dentro del conducto del oído externo, son los que mayor probabilidad tienen de generar un daño en la parte interna o núcleo del oído, la cual, se encarga de decodificar las ondas vibratorias que llegan al cerebro.
Mencionó que en ocasiones se combina la pérdida auditiva con otro tipo de síntomas como: insomnio, irritabilidad, dolor de cabeza, aumento de la frecuencia cardiaca y zumbido de oído.
Agregó que el 15 por ciento de la población entre 17 y 27 años de edad presentan daño a nivel de las frecuencias agudas.
García Serrano recomendó no utilizar los audífonos pequeños que se colocan dentro del conducto del oído externo, sino aquellos que cubren todo el pabellón auricular, además de dejar un reposo auditivo.
Es decir, después de escuchar música se debe de estar un tiempo razonable en silencio para descansar del ruido, ya que las células ciliadas, que forman parte de la estructura del caracol del oído interno, tienden a un agotamiento.
La experta detalló que el tratamiento de las lesiones permanentes por sonidos intensos es a través de la colocación de amplificadores, es decir, la colocación de aparatos para sordera.
Fuente: Diario de Yucatán